Bachelet rechaza ultimátum de grupos de estudiantes

Bachelet rechaza ultimátum de grupos de estudiantes

SANTIAGO (AFP).- El gobierno de la presidenta Michelle Bachelet rechazó el ultimátum que lanzaron ayer, miércoles, los estudiantes secundarios chilenos, con quienes continuará el diálogo frente a la masiva protesta que mantuvieron por segundo día consecutivo, informó el vocero gubernamental Ricardo Lagos Weber.

“El gobierno no opera en base a ultimátum”, dijo Lagos Weber, al término de una reunión que encabezó la presidenta con su comité de ministros, en el presidencial palacio de La Moneda.

La declaración fue una réplica a los líderes estudiantiles que dieron al gobierno un plazo hasta el próximo viernes para responder a sus demandas y amenazaron con desatar el próximo lunes una “movilización social” que incluiría a los trabajadores.

“Hacemos un emplazamiento de aquí al viernes para que dé respuestas a nuestras demandas”, dijo la vocera de los estudiantes, María Jesús Sanhueza.

Entre sus reivindicaciones los jóvenes piden una profunda reforma educacional para mejorar la calidad de la enseñanza y eliminar la brecha entre los colegios privados y los liceos públicos.

El ultimátum fue comunicado mientras en forma simultánea los dirigentes estudiantiles reanudaban el diálogo que iniciaron con las autoridades el martes, cuando estallaron los primeros choques entre manifestantes y policías que durante este miércoles se repitieron en distintos puntos de Santiago.

Un balance preliminar del Ministerio del Interior señaló que en esta nueva jornada de violencia hubo al menos 50 detenidos, muchos de los cuales no eran estudiantes sino adultos encapuchados que intentaron actos de saqueo.

La represión que ejercieron las Fuerzas Especiales de la Policía en los disturbios del martes, con decenas de estudiantes heridos, además de dos camarógrafos de la televisión y un reportero gráfico lastimados, con un saldo total de 730 detenidos, provocó la destitución de un jefe militar y fue calificada de “repudiable” por Bachelet.

“No aceptaremos hechos repudiables como los que hemos visto en el día de ayer”, dijo la presidenta tras calificar de “legítimas” las exigencias de los jóvenes.

El director de la Policía de Carabineros, general José Bernales, fue convocado a una reunión con la mandataria y al término del encuentro anunció la destitución del jefe de las Fuerzas Especiales de la institución, coronel Osvaldo Jara.

“Con la facultad que tengo, he ordenado remover del cargo al prefecto de Fuerzas Especiales”, dijo Bernales, visiblemente afectado, al retirarse del palacio presidencial de La Moneda.

Bachelet, por su parte, recordó que la tarea de los carabineros es “resguardar el orden público dentro del Estado de Derecho” y respaldó el ejercicio de la libertad de expresión, al referirse a las agresiones que sufrieron los representantes de la prensa.

“Es por eso que hemos manifestado nuestra indignación por los hechos acaecidos”, señaló la mandataria hablando junto al presidente del gremio de los periodistas, Alejandro Guillier.

Al referirse al diálogo entre los estudiantes y las autoridades del Ministerio de Educación, Bachelet consideró “legítimas” las demandas de los alumnos de secundaria que, además de una profunda reforma educacional, piden la gratuidad tanto para el pasaje escolar en el transporte público como para la prueba que deben rendir los candidatos a continuar estudios universitarios.

“Son jóvenes que tienen conciencia de sus derechos (…) y el gobierno lo que debe hacer es escuchar esas demandas y ver cuánto de esas demandas es factible y no es factible”, dijo.

“Son jóvenes que tienen la misma edad de esta democracia”, agregó la presidenta, al recordar que durante los últimos 16 años el bloque de partidos de Gobierno careció de mayoría en el Parlamento para modificar el sistema educacional que dejó la dictadura del general Augusto Pinochet (1973-1990).

Pinochet entregó la administración de los colegios públicos a las municipalidades, que en los años siguientes enfrentaron dificultades financieras para atender su adecuado funcionamiento.

Tras los disturbios del martes que se prolongaron durante más de seis horas en Santiago y otras ciudades, miles de estudiantes volvieron a manifestarse este miércoles frente al palacio presidencial.

Otros cientos de manifestantes, durante la tarde, chocaron nuevamente con la Policía en la céntrica Plaza Italia y la Universidad de Santiago, donde apedrearon vehículos de los carabineros que replicaron con chorros de agua.

La violencia continuaba al anochecer en el centro de Santiago, con la presencia de encapuchados y “elementos del lumpen (delincuentes)”, según indicaron a la AFP fuentes policiales.

En la movilización del martes, la más multitudinaria de los últimos 34 años, participaron 800.000 alumnos de secundaria, a los que se sumaron otros 200.000 estudiantes universitarios y profesores, según cifras de los organizadores.

Quita jefe de Policía

SANTIAGO DE CHILE (AP).– La presidenta Michelle Bachelet expresó su «indignación’’ ayer, miércoles, por la severa represión policial la víspera durante una multitudinaria protesta de estudiantes de enseñanza media y anunció la remoción del jefe de la policía antimotines.

La mandataria, que se había mantenido distante del conflicto planteado por cientos de miles de estudiantes secundarios de colegios fiscales, manifestó su esperanza de que el conflicto se solucione en las negociaciones reanudadas el martes y dijo que las demandas de los jóvenes son «plenamente legítimas y justificadas’’.

Los jóvenes demandan la gratuidad en el pase para el transporte escolar y para una prueba de selección universitaria, así como reformas en la jornada escolar y en una ley que rige la enseñanza, promulgada la víspera que el ex dictador Augusto Pinochet entregara el poder en 1990.

Los gobiernos democráticos han procurado modificarla, pero hasta ahora han carecido del quórum exigido para los cambios.

La movilización juvenil, que ha suscitado la simpatía y apoyo de diversos sectores, incluso del oficialismo, ha provocado el mayor desafío al gobierno de la mandataria en sus 80 días de gestión.

Bachelet convocó a una rueda de prensa junto al presidente del Colegio de Periodistas, Alejandro Guillier, para repudiar la represión policial durante desmanes con motivo de la protesta nacional el martes en la que 800.000 jóvenes paralizaron. La policía antimotines detuvo a más de 700 manifestantes y golpeó jóvenes y periodistas, cinco de los cuales quedaron lesionados.

La presidenta dijo que citó al presidente de la organización gremial de periodistas para expresarle «nuestra indignación por los hechos acaecidos, tanto con los periodistas y camarógrafos como con estudiantes que han sufrido de un exceso, un abuso, una violencia repudiable e injustificada’’.

Bachelet se reunió previamente con el director de la policía uniformada de Carabineros, general José Bernales, tras lo cual se anunció la remoción del coronel jefe de la policía antimotines, y advirtió que la acción policial debe realizarse «en el marco del respeto al estado de derecho, del respeto a las libertades’’.

Indicó que instruyó a la policía para evitar la repetición de los excesos cometidos.

«No aceptaremos hechos repudiables como han sido vistos por todos los chilenos ayer’’, advirtió la Presidenta, quien había sido criticada por no pronunciarse estos días sobre el conflicto estudiantil. Explicó que se ha mantenido atenta y que no ha subestimado el conflicto.

La mandataria coincidió en la necesidad de efectuar cambios en la educación chilena, que indicadores muestran presenta severas deficiencias, y que dijo se propone realizar cambios para hacerla más eficiente durante su gobierno de cuatro años.

El ministro de Educación, Martín Zilic, sostuvo el martes la primera reunión con 25 representantes estudiantiles, pero no se llegó a acuerdo. Las negociaciones se reanudaron el miércoles y trascendió que las autoridades están dispuestas a acoger varias de las exigencias de los estudiantes, que se mantienen en paro y han ocupado muchos de sus colegios.

Grupos de jóvenes salieron el miércoles a las calles céntricas a manifestarse y bloquearon el tránsito, pero la prensa vio que la policía actuaba ahora con cautela para reprimir los incidentes.

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