Santiago de Chile, (EFE).- Los príncipes del pop juvenil, los estadounidense Backstreet Boys, enamoraron hoy a las más de 10.000 efusivas fanáticas reunidas en el Movistar Arena de Santiago con un concierto electrizante y coreografiado en el que repasaron sus grandes éxitos y sus más recientes temas.  

Frente a un público juvenil y prácticamente femenino, el cuarteto -A.J. McLean, Howie D, Brian Littrell y Nick Carter- dio inicio a su espectáculo atravesando, literalmente, la pantalla central del escenario para interpretar uno de los temas que les dio fama mundial a finales de los noventa, el rítmico e intenso “Everybody».  

Con el negro como color dominante en sus vestimentas, los cuatro chicos de Florida, que se presentaban por tercera vez en Chile, se abalanzaron sobre otro éxito de sus inicios,“We’ve got it going’on”, antes de tocar el tema “PDA”, este sí del último álbum de la banda, “This is us” (2009).  

“Prepárense para bailar. Hagan mucho ruido”, gritaron desde el escenario. Y la orden surtió efecto, porque desde entonces y hasta el final del concierto las entregadas fanáticas de la banda no pararon de animar y de iluminar el Movistar Arena con los flashes de sus cámaras.  

“Estamos encantados de estar aquí en Santiago de Chile”, dijo Littrell, para terminar de “seducir” a sus seguidoras, justo antes de interpretar dos clásico de la banda, “Quit playing games with my heart” y “As long as you love me”, a los que siguió la canción que da título al último disco y a la gira, la reposada “This is us».   Un primer intermedio, de los cuatro que se realizaron, sirvió para modificar el ritmo del espectáculo, cambiar de vestuario y proyectar sobre la pantalla central del escenario una parodia de la película “The fast and the furious”, con Howie D como protagonista.  

Ataviados con una sudadera gris en la que podía leerse las iniciales del grupo, “BSB”, en un rojo intenso, los cuatro “príncipes” del pop se sumergieron en la fase más romántica del concierto con temas como “Show me the meaning of being lonely”, “All I have to give” y “She’s a dream».  

“Dedico esta canción a todas las chicas sexys”, fueron las palabras con las que un A.J McLean -con la cabeza completamente rapada- presentó el romántico “I’ll never break your heart”, que desató la histeria en el público al ser interpretado, en parte, en español.  

Otro intermedio y otra parodia cinematográfica, esta vez de la película “Fight Club”, sirvieron de transición para volver a los ritmos más melódicos e intensos de “The call”, “The one”, “Bigger” y “Shape of my heart”, tema, este último, en el que Littrell desató, de nuevo, la emoción de las fan al exhibir una bandera chilena.  

“Chi-chi-chi-le-le-le”, gritaron los cuatro chicos de Florida para animar al público, que respondió con un enérgico- «¡Viva Chile!». Tras esta introducción, el cuarteto, que estuvo acompañado a lo largo del espectáculo únicamente por un Dj, se atrevió con las ritmos pausados de “More than that”, “Undone”, e “Incomplete».  

El momento electrizante llegó con “Larger than life”, cuando el cuarteto, vestido con trajes militares negros, de corte futurista, logró retumbar, literalmente, al Movistar Arena y sus más de 10.000 encendidas fanáticas.  

Las recientes “Bye bye love” y “If I knew then”, el popular “I want it that way” y la tierna “Straight through my heart” cerraron un concierto de casi dos horas de duración en el que predominaron las enérgicas coreografías y la histeria de unas entregadas fanáticas. EFE