Jorge Ramos 
Bad Bunny
Desde que el cantante puertorriqueño, Bad Bunny terminó su actuación el domingo, en la apertura de la 65ª edición de los premios Grammy estadounidenses, las redes sociales se encendieron con distintas opiniones, unas a favor y otras en contra, acerca del intento del artista por enfriarse con los dominicanos, después del odioso episodio que protagonizó en enero pasado en Casa de Campo (La Romana), al quitarle el teléfono de una seguidora que intentó tomarse una foto con el llamado conejo malo, y lanzarlo al mar.
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La noche del domingo, el intérprete de “Titi me preguntó”, ganador del Grammy a Mejor Álbum de Música Urbana en el ceremonial, hizo levantar de sus asientos a todo el auditorio del antiguo Stample Center (con capacidad para 20 mil personas) para bailar merengue a ritmo de “Después de la playa” e inmediatamente destacar a la República Dominicana y a Puerto Rico a grito de “¡Viva la música latina! República Dominicana y Puerto Rico”, en clara intención de compensar la mala acción que tantas críticas negativas le generó.
Se vio a Taylor Swift bailando merengue durante la presentación de Bad Bunny, junto al resto de los presentes. Además del boricua, los otros hispanos que resultaron galardonados fueron Rosalía, Marc Anthony, Natalia Lafourcade y Rubén Blades.
El premio a Mejor Álbum del Año fue para el cantante y actor británico Harry Styles, quien también actuó en el espectáculo.
