FALUYA, Irak, Nov 13 (AFP) – La batalla de Faluya terminó y el sábado sólo quedaban algunos focos de resistencia después de seis días de combates en los que murieron más de mil rebeldes, aunque el islamista jordano Abu Musab al Zarqaui logró huir de ese bastión sunita, según las autoridades iraquíes.

«Las operaciones de la ofensiva Fajr (Alba) concluyeron y sólo quedan algunos focos malignos que estamos tratando en una operación de limpieza», dijo en Bagdad el secretario de Estado para la Seguridad Nacional, Kasem Daud, durante una conferencia de prensa.

Añadió que en la operación, iniciada el lunes por las fuerzas estadounidenses e iraquíes, murieron más de mil rebeldes y otros 200 fueron capturados.

Un fotógrafo de la AFP que acompaña a las tropas norteamericanas comprobó que la aviación y los helicópteros entraron en acción mientras la artillería bombardeaba las últimas posiciones de los rebeldes.

«Son en su mayoría combatientes árabes», afirmó un capitán de los Marines en referencia a los rebeldes no iraquíes.

En el sexto día de la ofensiva, los oficiales estadounidenses reconocieron el sábado que seguía habiendo numerosos rebeldes en Faluya y que todavía hará falta bastante tiempo para acabar con ellos.

«Todavía hay un gran número de terroristas» en Faluya, afirmó el teniente coronel Patrick Malay, del tercer batallón del quinto regimiento de los Marines, encargado de controlar el barrio Jolan del noroeste de la ciudad, considerado la guarida de la guerrilla.

El sargento Richard Theodore Herald afirmó que los rebeldes «resisten y luchan hasta la muerte» en el barrio de Jolan.

Los Marines rastreaban el sábado la parte sur de Faluya. «Seguimos la misma táctica aplicada al norte, que consiste en registrar la zona casa por casa», declararon fuentes de los Marines.

Según el comandante Tod Desgrosseilliers, los Marines restablecieron la calma en el 50% del norte de la ciudad, que habían tomado el martes.

El teniente coronel Malay contó que en Jolan encontraron salas de tortura y una habitación destinada a ejecutar rehenes, donde se hallaron dos cadáveres.

El enemigo número uno de Estados Unidos en Irak, Abu Musab al Zarqaui, que supuestamente se ocultaba en Faluya antes de la ofensiva, y el jefe religioso Abdalá al Janabi, además de otros líderes de la guerrilla, lograron huir de Faluya, aseguró el sábado Kasem Daud.

La oficina del primer ministro Iyad Alaui anunció que el viernes se había empezado a evacuar a hospitales a los civiles heridos en Faluya, intentando responder a la creciente preocupación por la población de la ciudad rebelde.

Por su parte, el portavoz de la Media Luna Roja iraquí anunció que el sábado envió a Faluya un convoy con ayuda humanitaria para los vecinos.

En Mosul (norte), los insurgentes armados seguían presentes en las calles, sobre todo junto a los edificios gubernamentales.

El viernes tomaron el control de esa localidad de un millón de habitantes, después de que las fuerzas estadounidenses se retiraran de cuatro puentes que unen las dos partes de la ciudad.

«Queremos abrir este nuevo frente para aliviar la presión sobre Faluya», explicó a la AFP uno de los rebeldes.

En Ramadi, a unos 100 km al oeste de Bagdad, dos personas murieron y tres fueron heridas el sábado por la mañana en enfrentamientos en el centro de la ciudad, según fuentes médicas y policiales.