POR GRECIA ESPINOSA
La región suroeste es considerada como el cofre de un tesoro, que al abrirlo deja ver maravillas de gran valor. En este caso, valores naturales, ecológicos y arqueológicos, enclavados en las entrañas de la provincia de Pedernales. Este es un lugar ideal para los amantes del ecoturismo, la aventura y la naturaleza, quienes pueden apreciar desde minas de larimar hasta playas vírgenes.

A 31 kilómetros al sur de Pedernales y a 135 kilómetros de Barahona se encuentra este paraíso llamado Bahía de las Águilas, lugar de singular belleza natural, de arena fina y blanca, de aguas cristalinas, con un color azul intenso que se degrada a medida que llega a la orilla. El mar allí es muy tranquilo y una ligera brisa permite no sufrir demasiado por el sol y el calor.

Por sus blancas arenas de fina granulometría, su ancha franja, la suave inclinación de la pendiente, las transparentes aguas azuladas, y la poca profundidad de su enorme área de baño, Bahía de las Águilas es considerada como la mejor playa del país por los expertos.

Tras la banda de arena se encuentra una estrecha llanura poblada de diferente especies de hermosos cactus y matorrales propios del bosque seco que compone la mayor parte de esa área terrestre. Esta llanura está franqueada por un farallón de roca caliza de escasa altura que convierte al área de Bahía de las Águilas en un acogedor espacio natural donde la flora y la fauna marina y terrestre tienen un refugio perfecto, a la vista de los turistas que habitualmente visitan esta zona.   

Entre los animales que más presencia tienen en la Bahía se encuentra la iguana verde, especie endémica de Santo Domingo que tiene en la llanura aledaña a la playa el punto de anidamiento más grande que existe en la isla. La playa de la Bahía es igualmente el centro de anidamiento más grande que se conoce en todo el caribe de la tortuga Carey, así como de otras tres especies de tortuga, que es la  principal atracción marina y terrestre de la zona. Se puede observar alrededor de 130 especies de aves, de las cuales 76 viven de manera permanente en la Bahía, 10 endémicas y 47 migratorias.

Dada sus grandes potencialidades; clima árido, vegetación desértica, donde abundan los cactus, arenas blancas y aguas cristalinas,  Bahía de las Águilas es considerada como un lugar de ensueño, donde la mano del hombre aun no ha dejado marcas.