La baja oferta de pollos, que provoca alza de precio para el consumidor, se debe a que los avicultores redujeron la producción de marzo en más de millón de unidades aprovechando la cuaresma y la Semana Santa, cuando el consumo se reduce, pero esta vez ocurrió lo contrario.
A eso se agrega la seria deficiencia en la calidad de las materias primas (soya y maíz) lo cual retrasó el peso de un sin números pollos y el aumento de la mortalidad del ave entre 2% y 5%.
Este análisis de la producción y comercialización del pollo, la carne de mayor consumo en el país, lo hizo el consultor avícola Enriquillo Rivas, quien fue consultado por este diario.
Dijo que “los productores, desesperados por su propia sobre-oferta y el relajo de los precios, ajustaron su producción para marzo, aprovechando la cuaresma y Semana Santa (que al final resultó mucha demanda)”.
Además, ese mes los avicultores dejaron de incubar huevos fértiles por uno o poco más de un millón de unidades, y en abril entiende que será igual.
Igualmente, dijo Rivas, los supermercados venían estrangulando sus precios de compra de 13% a 15% por debajo de lo que correspondía por su precio vivo en granja.
Dijo que eso hizo desviar buenas cantidades de pollos a los puestos y al “matado-picado-caliente”.
Rivas preciso que la oferta a los supermercados se redujo y estos no pudieron acudir a las importaciones, puesto que el mercado de Estado Unidos se ha disparado hasta un 60% por encima de los precios de las últimas tres semanas.
Indicó que lo mismo ha sucedido con los huevos fértiles para los pollos que se venden en el mercado norteamericano y no hay disponibilidad. Se indica que este aumento en la demanda se debe al incremento del circulante y poder adquisitivo de ese país.
Rivas dijo, por ejemplo, que si cada estadounidense gasta dos dólares diarios más en comida, da una sobre demanda de 700 millones por día.
Señaló que los supermercados deben evaluar esta experiencia y saber que ellos y los productores se necesitan en una armónica relación comercial.