El número de vendedores que se congrega cada domingo en el mercado de las pulgas es cada vez mayor, a pesar de que los vendedores se quejan porque las ventas han bajado considerablemente, lo que atribuyen a la falta de dinero en manos de la población.
A juzgar por el movimiento y la cantidad de público que acudió ayer, se podría decir que el mercado está viento en popa, pero el corazón de la auyama lo sabe el cuchillo, tal como reza el refrán.
Según alegan vendedores tradicionales, que antes vendían entre 7 y 8 mil pesos, en las últimas semanas apenas venden l, 000 y 1,500 pesos. Otros atraviesan peor situación debido a que todo depende del tipo de mercancía en oferta.
El presidente de la Asociación de Vendedores de la Pulga (Asovepu), Daniel Geraldino de los Santos, afirmó que las ventas se han reducido en más de un 50% y lo atribuye a los aumentos de precios en los combustibles y los alimentos, que obligan a las familias a reducir la compra de otros artículos.
En cuanto a la cantidad de vendedores que han copado todas las áreas de la cuadra posterior a la intersección de las avenidas Independencia y Luperón se estima en más de 3,000 que realizan sus labores de forma organizada, pero que algunos llegan de manera improvisada. Dijo que la Asovepu está tratando de organizar mejor el mercado y buscando la manera de que no arrimen más por la falta de espacio.
Geraldino de los Santos pidió al síndico Roberto Salcedo que les permita ocupar un área de la isleta de la marginal de la Luperón para facilitar el traslado de unos 130 vendedores y contribuir así a agilizar el tránsito en esa zona.
Las claves
1. Opinión vendedores
Esther Medrano, María Vargas, Pedro Pérez, Claudio Santiago y Raúl Peña, entrevistados por separado, coincidieron en afirmar que están vendiendo mucho menos que en semanas anteriores.
2. La oferta
En el mercado se venden calzados, camisas, pantalones y adornos, entre otras piezas nuevas y usadas. Los precios son variados y los visitantes pueden adquirir un buen par de zapatos en 200, 300 ó 150 pesos.