La Asociación Dominicana de Importadores  y Vendedores de Armas de Fuego (ADIVAF) denunció que sus ventas han sido severamente afectadas por el decreto 309-06 que prohibe la importación de armas, mientras aumenta su tráfico ilegal en lo que consideran un desafío a las autoridades.

 Edrisis Peralta Ramírez y Jeanny Aime de la Rocha, en representación  de la ADIVAF, advirtieron que en los próximos días el inventario de las tiendas de sus socios estará desabastecido por completo luego de once meses de la restricción.

Pidieron que se revisen los términos del decreto que prohíbe la importación de armas en el entendido de que las instituciones que ofrece el  servicio de vigilancia y seguridad, así como los polígonos de entrenamientos dependen de estas importaciones para poder darles el servicio a sus clientes.

 “Respaldamos los esfuerzos y las medidas de las autoridades, especialmente de la Secretaría de Interior y Policía, en su lucha contra la delincuencia y la violencia que afecta a la sociedad dominicana, por lo que no nos oponemos a hacer revisiones en cuanto a las regulaciones que nos rigen”, precisaron.

 Al momento de emitirse el decreto que dispone la prohibición, la ADIVAF tenía en curso varias órdenes pagadas, facturas adelantadas y pedidos ordenados de mercancías que actualmente están impedidas de entrar al país.

  En cambio, indicaron  que las armas de contrabando representan una opción para la delincuencia y representan una pérdida para el Estado en asuntos impositivos.

 Dijeron que las importaciones y venta de armas de fuego, así como las regulaciones de las empresas y el control de las armas es de la absoluta responsabilidad de las autoridades.

A su juicio las armerías o tiendas de expendio no custodian ni almacenan las armas ni las municiones, sino que es una responsabilidad  de las autoridades, y son las que hacen las entregas al comprador.