Bajo el mar… Descubre la rentabilidad que hay en los desperdicios marinos

Bajo el mar… Descubre la rentabilidad que hay en los desperdicios marinos

POR NANCY GARCÍA
La quitina es un compuesto derivado de los desperdicios marinos que ha demostrado tener un sinfín de novedosas y prometedoras aplicaciones industriales; un producto que podría representar el Vuelve a la Vida para tu bolsillo.

De acuerdo con Blanca Escudero, investigadora del Departamento de Ingeniería Química-Bioquímica, «La quitina es un polisacárido formado por unidades de N-acetilglucosamina. Es el segundo compuesto orgánico más abundante que existe en la naturaleza, después de la celulosa. Se encuentra como el principal componente de las cutículas de los artrópodos, como lo son los crustáceos e insectos; está presente en los moluscos y forma parte de las paredes celulares de algunos microorganismos como los hongos y levaduras». Dentro de las principales características de la quitina es que es abundante, biodegradable y no tóxica.

Los caparazones de los crustáceos como jaibas, camarones o langostas representan la primera fuente para obtener quitina. Los caparazones, además de contener la quitina en forma de sales de calcio, también proveen de pigmentos rojos y proteínas con la misma calidad a la de la carne del crustáceo.

Patricia Miranda, investigadora de la Sección de Biotecnología de la Coordinación de Estudios de Posgrado, de la Facultad de Estudios Superiores Cuautitlán de la UNAM, comenta que «La quitina es un polímero muy grande parecido a la celulosa. Por no ser degradable en agua, es necesario modificar la estructura del polímero para obtener sus derivados solubles».

Útil versatilidad

Esos derivados son la quitinasa, con la que se hacen sustancias biocidas, es decir, antibacteriales, fungicidas, bactericidas o herbicidas, y el quitosán, que sirve para tratar aguas residuales y como un ingrediente nutritivo (ayuda a eliminar el colesterol, prevé enfermedades cardiovasculares, tiene un efecto antigastrítico y antiartrítico).

El quitosán, aplicado en la industria papelera, permite que la pulpa tenga mayor fuerza para fijar las tintas, así como los colorantes a los textiles. En la industria de los alimentos se utiliza como emulsificante y espumante.

A través de dicho polímero se encapsulan medicamentos de liberación prolongada. Se emplea como biomaterial para hacer lentes de contacto, hilos de sotura y prótesis, ya que tiene la propiedad de ayudar a la regeneración de huesos. En el área de la cirugía plástica ayuda al reestablecimiento de los tejidos, evita la mala cicatrización, sirve para la fabricación de piel sintética y es un agente que inhibe las infecciones en heridas.

Es material para la creación de películas envolventes que prolongan la vida de los alimentos perecederos como envases biodegradables. (Para ahondar en este tema, consulte la sección Marketing de esta edición y considere los beneficios de emplear estos envases en su negocio).

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