“¡Mírame como estoy! mojadita del agua que ha caído andando en las tiendas, pero ese viejo se merece eso y más! ”. Con ese espíritu Ana María Del Rosario  buscaba por los pasillos de las tiendas el regalo que consideraría perfecto para agradar a su padre en este, su día.

Al igual que ella, cientos de compradores desafiaron la lluvia en la avenida Duarte y se abrieron paso entre charcos de  agua, producto de las malas condiciones del drenaje, en busca de   regalos.

En medio de las filas se escucharon los comentarios sobre lo alto de los precios.

“Hay muchos deseos de comprar pero cuando uno llega y ve los precios no alcanza para todo lo que uno quiere”, expresó  Rosa Núñez, quien junto a su esposo buscaba varios regalos.

“Yo vine a comprar un sillón que le ví un precio y cuando vine a pagar eran como RD$2 mil más”, se quejó Altagracia Disla mientras buscaba un lazo multicolor para colocarlo en el mueble que obsequiará hoy a su esposo.

“Siempre se quejan”. Mientras junto a su niña escogía entre varias camisas, Neyda Mercedes dijo que los padres siempre se quejan de la desigualdad con el Día de las Madres, “pero para ellos siempre hay”.

Su expresión fue secundada por la joven Casilda López quien, mostrando los pantalones mojados hasta las rodillas, dijo que eso sólo se hace por alguien querido, “pero los padres siempre se quejan”.

Reactivación.  Tanto los empleados de las áreas de caballeros  como de  electrodomésticos afirmaron que desde el pasado viernes se notó la presencia de clientes en busca de obsequios. Fuera de las piezas de vestir, que constituyen el regalo a que más se recurre, se registraron incrementos en la venta de aires acondicionados, equipos de sonido y otros.

La versión fue corroborada por las jóvenes de los departamentos de envoltura de regalos, quienes afirmaron que la actividad era mayor desde hace dos días.

Aunque aseguran que no es el mismo movimiento que para el Día de las Madres,  el entusiasmo para el regalo de los padres es notorio para la fecha.