Bajo nivel educativo empleados baja competitividad de empresas

Bajo nivel educativo empleados baja competitividad de empresas

La República Dominicana está en una situación crítica en materia de competitividad debido a las deficiencias del sistema educativo, que se refleja en baja productividad y  rentabilidad, afirmó Elena Viyella de Paliza, presidenta de Acción por la Educación (Educa).

Como ese es uno de los principales problemas que atenta contra la competitividad de las empresas locales, muchos de sus propietarios invierten en las escuelas del sistema público a fin de contribuir con la mejoría de la calidad de la enseñanza, afirmó la empresaria en el Almuerzo del Grupo de Comunicaciones Corripio.

“Para competir nosotros tenemos que estar a tono con nuestros iguales de la región, los que, en su mayoría, han mejorado su educación y por eso pueden ser más competitivos”, destacó.

 Pero en el caso dominicano, la realidad con la que se enfrentan los empresarios es con materias primas que se dañan o productos que no se pueden terminar porque los empleados no entienden el mecanismo de fabricación, explicó  Villeya.

El empresario Franklyn Báez Brugal, primer vicepresidente de Educa, también se refirió al tema para destacar que ni el país ni las empresas pueden progresar sin educación, porque la materia prima principal de cualquier negocio  es la educación de sus empleados.

“Las empresas locales  tienen un serio problema por la pobre educación del pueblo dominicano.

“De hecho, muchas tienen que  aplicar programas constantes de entrenamiento para poder llenar las lagunas con que llegan, producto de las deficiencias del sistema educativo”, dijo Báez Brugal.

Al extrapolar esa situación a los costos de producción, Báez Brugal destacó que esos son gastos adicionales que reducen competitividad.

Asimismo, refirió que  ningún país puede progresar si no tiene gente bien formada, la gente no puede ganar más dinero con un bajo nivel de educación y las empresas tampoco pueden ser eficientes.

Cambiar eso, dijo, solo es posible a través de un  esfuerzo mancomunado de toda la sociedad, para que el sistema educativo que tenemos ahora cambie rotundamente”.

La tarifa de los colegios. A los miembros de Educa se les pidió su opinión  sobre el recurso de inconstitucionalidad incoado por la  Asociación de Instituciones Educativas  Privadas del Distrito Nacional, ante el Tribunal Constitucional, contra la  Ley 86-00 que fija y regula las tarifas de los colegios privados y otras decisiones adoptadas por el Ministerio de Educación y el Consejo Nacional de Educación.  Aída Consuelo Hernández, vicepresidenta ejecutiva de la entidad, expresó que los miembros de la misma nunca han estado de acuerdo con esa legislación, porque la educación privada se rige por  un convenio con los padres.

 “Nosotros entendemos que la aplicabilidad de esa ley es prácticamente imposible, porque parte de categorizar los servicios de los centros privados.

“Y si fuésemos a llevarnos de esa legislación, aquí habría colegios que cobran menos de mil pesos que tendrían que subir la tarifa, porque los pagos de las matrículas están más ligados al entorno y al nivel social de los estudiantes y sus familias que los servicios que brinda”.

Entonces esa ley tiene una parte en la que se categoriza por los servicios que se brinda, por eso creo que esa ley fue un error”.

En tal sentido, Viyella dijo que todo el mundo está de acuerdo con el carácter social de la educación y se aboga por una tarifa que sea razonable.

“Debemos tener en cuenta que aquí  las escuelas privadas se financian con la mensualidad, pero hay otros países en los que el Estado también aporta al sistema privado”.

Las claves

1.  Educación en valores

Para la  empresaria Elena Viyella de Paliza  la educación de los trabajadores  no debe ser solamente útil para el manejo de los procesos productivos, sino también para intangibles como la conducta y los valores.

2.  Esfuerzo de todos

Franklyn Báez Brugal entiende que los cambios que requiere el sistema educativo dominicano no se pueden lograr solo con el esfuerzo del Gobierno, sino que, por el contrario, debe contar con la colaboración de todos los sectores productivos que demandan mano de obra de calidad.