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TOKIO, (AFP).- El favorito Estados Unidos buscará reconquistar la hegemonía perdida en el básquet en el Mundial de Japón-2006, aunque estará amenazado por la Argentina campeona olímpica, una afilada España y otras potencias europeas con figuras horneadas en su NBA. Los estadounidenses, con astros de su prestigiosa Liga profesional entre los que sobresalen LeBron James y Dwyane Wade, parten como claros candidatos a ganar su cuarta corona, pero la creciente presión por no lograr un título internacional desde los Juegos Olímpicos de Sydney-2000 (6º en el Mundial-2002 y 3º en Atenas-2004) puede jugarles una mala pasada.
El campeonato arranca el sábado con una primera fase que contará con cuatro grupos (Sendai, Hiroshima, Hamamatsu y Sapporo) de seis equipos. Los primeros cuatro de cada zona avanzarán a octavos de final, donde comienzan las eliminaciones directas hasta la final, que se jugará en Saitama. Pero no lo tendrá fácil ante selecciones en ascenso reforzadas con jugadores modelados en la NBA.
Tal es el caso de Argentina, subcampeón mundial y oro olímpico, que intentará consagrarse con un equipo base que milita en la NBA (cuatro jugadores) y con su estelar escolta Emanuel Ginóbili.
La mayor amenaza parece España, que llega invicta en su preparación mundialista (9 triunfos) y motivada por su estrella Pau Gasol.
Detrás de estos tres firmes candidatos aparece un pelotón con posibilidades.
Serbia y Montenegro, ganador de los dos últimos mundiales pero sin medallas en grandes citas desde 2002, saldrá a defender su prestigio con un equipo joven y renovado.
Brasil, dueño de un pasado glorioso con dos títulos mundiales, pretende volver al primer plano tirado del carro por Leandrinho, su Ronaldinho del básquet.
El alemán Dirk Nowitzki es el gigante del que dependerá la Mannschaft para estar a la altura de un palmarés brillante en sus últimos años: subcampeón europeo y bronce en Indianápolis-2002.
El campeón europeo Grecia y el subcampeón olímpico Italia también integran ese pelotón de aspirantes, mientras Francia, con el armador Tony Parker, quiere convertirse en sorpresa, al igual que Venezuela, Panamá y Puerto Rico.
