Los economistas Pavel Isa y Guillermo Caram afirmaron que la población se siente insatisfecha con la economía porque los principales mecanismos que transmiten bienestar a la población no han cambiado o mejorado en los últimos años.

Citaron entre estos el estancamiento de los salarios, un deficiente sistema de salud, pocas oportunidades de negocios, bajo gasto social, temas que afectan la calidad de vida y la satisfacción de las personas.

Ambos comentaron así los resultados de la primera encuesta Gallup-Hoy de este año, que revela que el 61.5% de la población percibe la condición actual de la economía dominicana de manera negativa.

Y apenas un 15.7 por ciento de los ciudadanos estima que la situación económica del país es favorable.

Isa destacó que hay una proporción muy elevada de la población que entiende que la situación económica es buena o muy buena, y una pequeña proporción que entiende que es muy buena. “Los principales mecanismos que transmiten bienestar a la población no han cambiado”, sentenció.

Resaltó que esto revela que el crecimiento experimentado por el país de 7% no está generando los beneficios que se espera para las personas, en especial porque la tasa de desempleo se ha mantenido rígida en este contexto.

Dijo que además muestra que no se están generando suficientes empleos y este es el principal mecanismo de transmitir bienestar para la gente. “La gente sigue sin encontrar empleo o sin tener oportunidades de desarrollar un negocio”, expresó Isa.

Añadió que los salarios reales continúan estancados desde hace mucho tiempo y es normal que por esto haya mucha insatisfacción de la población.

Por otro lado, Isa mencionó que la política social es limitada y precaria y con poco efecto en el bienestar de la población. “Ha habido un aumento del gasto social, pero se ha concentrado en educación y este solo ha ido a construcción de escuelas y esto no tiene todavía efecto en la gente y aun no se ven sus efectos porque se ve a largo plazo”, expusó el economista.

Agregó que en el caso del sector salud no ha habido reformas significativas que lleven a cambios en los niveles de atención de las personas, quienes encuentran todavía las mismas dificultades.

Mientras el ingeniero Guillermo Caram, exgobernador del Banco Central, atribuyó esta insatisfacción a que la política económica conduce a eso, porque está envuelta en una fiscalidad deficitaria, porque todas las recaudaciones se van en gastos fijos y no se invierten en las zonas deprimidas, sino más bien en zonas más pudientes.

El economista criticó, además, que en ausencia de política pública se ha tratado de llegar a la población con clientelismo que no ha permitido el desarrollo de las personas.

“Se debe cambiar el modelo económico en donde se confíe en que es la economía la que debe proporcionar la satisfacción de necesidades a través de la creación de puestos de trabajo y eso no se ve en el presente, porque el modelo es asistencialista y subsidiado, que inhibe la capacidad de emprender”, expresó.

Agregó que tampoco se han apoyado proyectos de infraestructura que beneficien a las personas pobres. Dijo que esto es así porque gran parte de los recursos se van a saldar deudas públicas producto de altos déficits de gobiernos anteriores y queda poco dinero para invertir.

Con relación al salario, Caram propuso una política salarial que lleve a que haya un ajuste automático por inflación y que además se tome en cuenta el desempeño de los empleados.