POR ELIAS RUIZ MATUK
Lissette Rossanna Gómez, de 31 años, vio morir entre sus brazos a su hijo de un año y medio, Marcos Montero Gómez, cuando un raso de la Policía a quien sólo conocen en Cristo Rey  como «Jackson» hizo un disparo al aire. El hecho ocurrió cuando una multitud celebraba el triunfo de los Tigres del Licey.

Gómez tenía a su niño  en los brazos y salió a «curisear» en el  balcón de su apartamento, del edificio Levítico II, en la tercera planta,  en la calle Respaldo avenida Los Mártires, en Cristo Rey.

Los restos del niño son velados en la funeraria Corazón de Jesus, ubicada en la avenida Nicolás de Ovando, esquina Juan Alejandro Ibarra, y serían sepultados en el cementerio de ese mismo sector e Cristo Rey, para lo cual esperaban hoy a familiares de los padres del infante.

Victor Montero, el padre del niño, era entrevistado ayer por miembros del Departamento de Investigaionces Criminales, mientras que vecinos  aseguraron que el raso policial fue quien disparó. Este se entregó a la Policía.

La madre asegura que vio al agente policial, que vestía un polosshirt negro y andaba en una motocicleta de las denominadas passola con un águila pintada detrás.

Afirmó que siempre lo había visto, «hasta policía es y sólo sé que le llaman «Jackson,. «Me lo mató a mi niño en mis manos», lamenta.. Dijo que tiene otros tres  hijos, Vitico, Jackson y Levy, de diez, seis y cinco años.

«El tenía un añito y me lo llevó.  Aaaaay, Marquito, mi  rey, cómo me hago sin ti, expresaba entre sollozos.

El pequeño en el féretro  muestra una cicatriz en el lado derecho de su cara.