Balaguer es culpable

Balaguer es culpable

ROSARIO ESPINAL
rosares@hotmail.com 
El traspaso de votantes, dirigentes y funcionarios electos del PRSC al PLD ha sido tema central en la política dominicana desde el año 2004.

El Partido Reformista, luego denominado Social Cristiano, fue un instrumento político de Joaquín Balaguer para articular su amplio sistema clientelar.

Actualmente es una organización política empequeñecida, sin foco ni enfoque, con un candidato cuyo referente central de campaña es la repartición de dinero y comestibles.

Durante más de tres décadas, Balaguer fue responsable de impedir el desarrollo organizativo de su partido. El PRSC fue un medio para que los seguidores le manifestaran apoyo y obtuvieran beneficios materiales.

Muchos fueron los devotos del balaguerismo, pero la mayoría nunca visitó los salones del partido colorao, como tampoco lo hizo con frecuencia Balaguer.

La lealtad de los seguidores era con el líder anidado en el Palacio Nacional que trabajó sin descanso para nunca ser desplazado, aunque la presión de Estados Unidos le impidió postularse en 1996.

Como caudillo consumado, Balaguer se burló de todos los que aspiraron a sustituirle en vida.

No hubo vicepresidente que diera el salto a primer mandatario, desde Augusto Lora hasta Jacinto Peynado, y ante la oportunidad de aupar un nuevo líder en 1996 y 2000, prefirió ver su partido desplomarse electoralmente.

El hundimiento del Partido Reformista comenzó en 1996, cuando Balaguer dejó naufragar la candidatura de Jacinto Peynado, quien sólo obtuvo 15% de los votos.

Dejado a su suerte, Peynado quedó en un distante tercer lugar y, a partir de ahí, el partido que fuera de los balagueristas sólo acumula fracasos.

Obtuvo 17% de los votos en las elecciones congresionales-municipales de 1998; 25% en las presidenciales del año 2000, último intento de Balaguer por llegar a la presidencia; 24% en el 2002; 9% en el 2004 y 11% en el 2006.

Por este bajo apoyo, los reformistas han estado fuera del poder presidencial desde 1996, y su representación congresional municipal se ha reducido sustancialmente en la última década.

Con este panorama electoral, simpatizantes, miembros y dirigentes del reformismo han buscado otros nidos políticos.

El PLD ha representado el principal polo de atracción, en parte, porque en 1996 Balaguer escogió ese partido para enfrentarlo al PRD, y en parte, porque la desintegración del PRSC ha ocurrido con el PLD en el poder.

Es decir, muerto Balaguer, el PLD ha representado la mejor opción para los reformistas que buscan una reinserción rápida en el sector público, donde se nutrieron con prebendas durante 22 años de gobiernos balaguerista.

Al Consejo Presidencial Reformista, primero en mudarse para apoyar la candidatura de Leonel Fernández en el 2004, le siguieron otros disidentes en el 2006, 2007 y 2008. Todos han sido incorporados al gobierno con sus respectivos beneficios.

Este transfuguismo se ha convertido en una hemorragia reformista que continuará en las próximas semanas.

La razón es que mientras la candidatura de Amable Aristy Castro retrocede en apoyo electoral, la candidatura de Leonel Fernández se mantiene puntera, y el gobierno hace una gran inversión para la compra de reformistas que ahora se ofertan al detalle. Para el PLD es importante debilitar el reformismo con el fin de ganar en primera vuelta y afincarse como partido mayoritario. Para muchos dirigentes reformistas es importante encontrar una nueva cobija porque el PRSC no volverá pronto al poder. Así las cosas, muchos dirigentes reformistas cavan la tumba de su partido con su demostrado instrumentalismo, y ante el fracaso de encontrar una figura política que aglutinara el partido y cosechara amplio apoyo electoral en la sociedad dominicana.

Balaguer unió los reformistas para la conveniencia y sin él se disgregan. No aupó un candidato reformista en 1996, ni tampoco en el año 2000, cuando, al borde de la muerte, prefirió ser otra vez candidato presidencial.

Dejó el partido en manos leales pero incapaces de relanzarlo, y, ante el estancamiento político, cada lucha interna por las nominaciones (en el 2004, 2006 y 2008) terminó con la salida de los derrotados.

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