R. OSIRIS DE LEÓN
Conforme a los datos de la encuesta Gallup-Hoy, publicados el domingo 20 de agosto de 2006, el 35.1% de los dominicanos admira a Joaquín Balaguer, mientras el 21.1% admira a José Fco. Peña Gómez y el 14.3% admira a Leonel Fernández, lo que indica que entre los políticos dominicanos vivos o muertos Joaquín Balaguer sigue siendo el más admirado de todos, no obstante las negativas opiniones emitidas constantemente por políticos, historiadores y comunicadores opositores.

La ventaja de Balaguer es tan amplia que es necesario sumar la admiración que la población siente por Peña Gómez y la admiración que se siente por Leonel para igualar la admiración que se le tiene a Balaguer, cuya obra de Gobierno es muy difícil de imitar e imposible de igualar, no sólo por sus largos años de ejercicio gubernamental, sino porque supo priorizar el gasto en inversión por encima del gasto corriente y porque era capaz de ver en un presente lo que el país requería en el futuro, pues era un político de sólida formación académica, de extensa experiencia de Estado, de inigualable capacidad de trabajo y de clara visión de futuro.

Pero esa misma encuesta recogió la opinión de la población sobre los políticos vivos más admirados, y el resultado es que el 39.8% admira a Leonel Fernández, mientras que más cercano competidor apenas recibe en 3% de admiración, lo que indica que en términos políticos Leonel es muy bueno o sus competidores son muy malos, porque sumando a todos sus competidores apenas logran el 16.8% de admiración, lo que se traduce en una grave preocupación que debe conducir a una profunda reflexión y al cambio del discurso de la oposición.

La encuesta refleja que el 62.8% considera que la actuación política del PRD ha sido mala o muy mala, y que el 40.9% opina que la actuación política del PRSC ha sido mala o muy mala, al mismo tiempo que el 74.5% de los encuestados tiene poca o ninguna confianza en el presidente del PRD y el 62.8% tiene poca o ninguna confianza en el presidente del PRSC, partidos que integraron una gran alianza nacional que no alcanzó las metas electorales previstas para el 16 de mayo de 2006, donde se reiteró que el liderazgo de Leonel está muy por encima de los demás liderazgo políticos nacionales, al menos por el momento, y que eso debe llevar a los partidos políticos opositores y a los partidos políticos emergentes a renovar sus discursos, sus propuestas y sus líderes, especialmente el Partido Reformista, que al no tener un discurso socialcristiano, ni impactante, después de la muerte de Balaguer se ha ido quedando muy distante, pues la encuesta apenas le asigna un 12% de aceptación, algo muy cercano a lo obtenido en el pasado proceso de votación.

Y es que el análisis luce ser muy simple, pues si por cada 2 personas que admiran a Leonel hay 5 personas que admiran a Balaguer, y si por cada simpatizante reformista hay 4 simpatizantes del PLD, eso sugiere que la mayoría de los admiradores de Balaguer, que siempre votaron “colorao”, hoy apoyan al PLD, no porque admiren a Leonel, sino porque luego de la muerte de Balaguer no se sienten representados por los dirigentes ni por los precandidatos del PRSC, lo que demanda una profunda reingeniería partidaria.

El PRSC no se ha manejado como un partido de oposición digno de la herencia política de Joaquín Balaguer, porque nunca ha dicho nada frente a una obra tan descabellada como un Metro que no llegará ni a un milímetro, porque si llegare a concluirse sólo resolverá el transporte de quienes viajen desde Villa Mella hacia la avenida Máximo Gómez, hacia la UASD y hacia la Feria, y nada más, lo cual representa menos del 1% de la población nacional, mientras el costo total rondará los 1,500 millones de dólares, cantidad suficiente para resolver los problemas del alcantarillado sanitario de Santo Domino y Santiago, o los problemas de agua potable a nivel nacional o los problemas inherentes a las infraestructuras de educación y salud a nivel nacional.

Solamente el padre jesuita José Luis Alemán, el ingeniero Hamlet Herman, el ingeniero Ramón Alburquerque y quien suscribe, hemos tenido el valor de cuestionar públicamente la impertinencia de un Metro que se construye sin ningún tipo de estudios y sin diseños definitivos, y donde todo se resuelve sobre la marcha del día a día con una hemorragia de gastos que no la detiene ni el Ave María.

El PRSC nunca se enteró del Metro ni de la Isla de la Fantasía, por temor a que el Gobierno se disgustara, olvidando que una oposición hecha con altura y con elegancia se gana los aplausos y el apoyo de la militancia.

Es evidente que después de la muerte del admirado Balaguer, Leonel corre solo, sin competencia interna en el PLD y sin  competencia externa del PRD ni del PRSC, porque sus aparentes contendores caminan con muletas rotas, mientras el Banco Central maquilla las cifras de la economía para disimular que la pobreza extrema crece día tras día.

De ahí la admiración de la población hacia Joaquín Balaguer, el único presidente que gobernó para los pobres y para construir una sólida clase media que ha vuelto a ser clase marginal fruto de malos estilos de gobernar, y el PRSC desde la oposición no ha sabido aprovechar ese disgusto que se expande por la nación.