Balaguer, Santo Domingo y la contrainsurgencia

Balaguer, Santo Domingo y la contrainsurgencia

Benjamin Walter, en su libro “Haussmann o las barricadas” dice …“La haussmannización de París –esto es, los trabajos de edificación de grandes bulevares “estratégicos” en el centro urbano y la destrucción de los “barrios habituales de amotinamiento”, llevados a cabo por el barón Haussmann, prefecto de París bajo Napoleón III– constituye la respuesta de las clases dominantes a la repetición insoportable de las insurrecciones populares y a su método de lucha preferido, la barricada (1830, 1848).

Presentada como una operación de embellecimiento, renovación y modernización de la ciudad, ella es, un ejemplo paradigmático del carácter perfectamente mistificador de la ideología burguesa del progreso. Lo mismo se aplica a otro argumento utilizado para justificar los trabajos: la higiene, la demolición de los barrios “insalubres”, “la ventilación” del centro de París y la estética”. Es tanto así que la experiencia se convirtió en modelo..

No son muy comunes los análisis de la ciudad como lo estamos haciendo, sin embargo, la Comuna de París (1871) nos da argumentos suficientes para afirmar que las intervenciones urbanas tienen una utilidad militar, contrainsurgente. Son muchos los gobiernos que han replicado el modelo. Enormes avenidas, las rotondas imponentes donde convergen esas avenidas, la relegación de los barrios pobres en las extremidades (invisibilidad, aislamiento, exclusión) con la utilización de nuevas formas arquitectónicas y mobiliario urbano para alejar los “indeseables”. Balaguer implementa el modelo con las avenidas V Centenario y México que “esclarecen” Villa Juana, San Carlos y Villa Francisca. Desplazamientos de poblaciones temporalmente, desalojos definitivos destruyen las redes sociales, las organizaciones y sus actividades, los nudos de solidaridad y la circulación de las informaciones. El modelo se completa con la construcción de amplias circunvalaciones (dicen que es para el transporte pesado) que permiten, en caso de insurrección, unir los dos grandes polos militares (San Isidro y el campamento 16 de Agosto en la autopista Duarte). La desconcentración de las oficinas públicas se completó con la construcción de la Plaza de la Independencia, con la sede de las Fuerzas Armadas, la JCE y otras oficinas. Esa plaza (una réplica a la plaza de l’Etoile soñada por José Ramón Báez López Penha en su “Plan vial de 1933”) nunca cumplió las funciones de “espacio público” que normalmente debió cumplir, pero eso sí, relegó los barrios detrás, Herrera entero, a la invisibilidad.

 

Publicaciones Relacionadas

Más leídas