Balaguer tenía razón

Balaguer tenía razón

A la verdad, no sé por qué le endilgaron a Joaquín Balaguer aquello de ser el autor de que la Constitución no era nada más que un «pedacito de papel». Y luego, años después, lo proclaman sus propios adversarios «Padre de la Democracia»

Y lo digo, porque mientras gobernó el país la Constitución solo fue reformada una sola vez. Creo que fue en el decenio de los años 90, y la reforma consistió en… quitarle dos años de mandato a él pero dejando a los legisladores en sus puestos. También lo fue para reintroducirle el asunto de la reelección.

Traigo esto a colación por los problema que traerá al país (y al PRD, sin lugar a dudas), la increíble Ley de Lemas (o de Males, o de Lames), que viene en camino… si no ha llegado ya. Eso significaría que en menos de seis meses el gobierno de Hipólito Mejía habría reformado la Constitución…¡ dos veces ! O lo que es lo mismo, cada vez que lo ha hecho es para hacerse él mismo un traje a la medida, con la aquiescencia de un paquete de analfabetos (en lo que al conocimiento de la ley se refiere) que simplemente nos avergüenzan.

Y eso, sin contar las veces que el presidente Mejía visitó al doctor Balaguer en la residencia de éste, buscando cuando menos darse un «baño de aseo» con la inteligencia del fallecido líder reformista, cosa que según parece nunca logró.

Ya sea por mi educación doméstica y religiosa, no recuerdo jamás haber faltado a la palabra empeñada. «Cuestión de honor», decía mi padre quien, a pesar de que su nombre no figura (que yo sepa) en ninguna antología poética nacional, ganó premios del Círculo Literario Latinoamericano de París, Francia, con su poema «Al paso de las garzas de Montellano»; ganó el concurso del «Canto a Bolívar, en Venezuela, que fue declamado por él mismo en la Casa de Bolívar, Caracas, en abril de 1965; otro en unos Juegos Florales en México, con su madrigal «La Niña de la Guitarra» y ahí me detengo.

Y por cuestión de honor (hache, o, ene, o, ere), me niego a creer que por muy ambiciosos que sean o por poco inteligentes, los miembros del «honorable Congreso Nacional» sigan reformando la Constitución cada vez que el presidente lo necesite.

El pasado sábado 10 de enero la gasolina «premium» aumentó a más de 80 pesos el galón y el gas-oil, carburante que usan los vehículos que traen la comida a esta capital, pasó de los 55 pesos. El gobierno, en un gesto que lo habría honrado, no eliminó los cientos de ONG con las que se benefician «manadas» de legisladores. ni rebajó los sueldos y las prebendas que han hecho millonarios a personas que antes andaban en chancletas y hoy lo hacen en yipeta, ellos y sus…!amigas!.

Pero, ¿es que el presidente Hipólito Mejía no sabe que está llevando este país a una confrontación sangrienta ? ¿ Qué familia pobre puede comprar los plátanos a cinco pesos por unidad, los huevos a cuatro pesos y el arroz a quince ?

El PRD puede ser, y de hecho lo es, el partido más grande del país, voto por voto, pero quisiera conocer a algún padre de familia perredeísta que vea a sus hijos llorar por hambre y no sienta que en su interior rugen leones, leopardos, hienas y otros depredadores que cuando sienten hambre simplemente matan gacelas,venados, para dar de comer a su familia y comer ellos mismos.

Ha habido perredeístas de otros gobiernos que tuvieron que salir del país para más nunca volver. Pero al menos se fueron. Y los que se quedaron prácticamente no fueron molestados, excepto dos o tres.

¿Va a permitir el presidente Mejía que el país se convierta en un campo de batalla fratricida, solo por querer mantenerse él en el poder, a pesar de que ha demostrado con creces que, como asegurara la AFP hace unos meses, «Hipólito es el presidente peor valorado en América Latina»?. Eso está escrito y escrito queda.

Y de todo lo que pase en este país, solo el Presidente de la República será el responsable. Y después, la larga lista de adulones a los que él hace más caso que a la Biblia («Las culpas de los padres la pagarán sus hijos hasta la cuarta o quinta generación»).

Y este país, que tanto trabajo les ha costado a los dominicanos mantener, puede desaparecer si aquí acontece algo que «amerite» una tercera ocupación norteamericana, una resolución de las Naciones Unidas y, finalmente, una fusión con un país inviable (en quiebra no, pues en quiebra estamos nosotros, pero podemos recuperarnos si nos gobiernan como es debido).

Y el sueño de Duarte, Sánchez, Mella, Luperón y miles de dominicanos más, se habrá ido a la… ¡porra ! Así como suena, ¡a la porra!

Y ojalá que yo no resbale en una cáscara de guineo ni sea ametrallado por una patrulla policial «por error». El «error» no será de la patrulla.-

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