El presidente Leonel Fernández debe sentirse satisfecho consigo mismo y con su titular de la Secretaría de Estado de Agricultura (SEA), ingeniero agrónomo Salvador Jiménez (Chío), por disponer el primero y cumplir el segundo las aspiraciones del gobernante en cubrir una expectativa amplia del sector productivo agropecuario en 2008.

En una rueda de prensa que el titular de la SEA realizó el 29 de diciembre último, expuso entre otros pormenores la inversión dispuesta por el presidente a los productores que sumarió de junio-diciembre un monto superior a los once mil millones de pesos.

Expuso el ministro la prontitud con la cual el Presidente dispuso, y fue acatado, socorrer a los productores damnificados de las tormentas Noel y Olga por RD$4 mil millones, RD$321 millones a los avicultores, RD$756 millones a los ganaderos, RD$2,400 millones para pago a los productores de las plazas agropecuarias que consiguieron mitigar los precios especulativos de supermercados y colmaderos.

Así RD$96 millones a los productores de cebolla de Constanza, Ocoa, Peravia y SJM y la rotulación gratuita de medio millón de tareas a agricultores pequeños.

Chío, un hombre experimentado en su profesión, de hablar directo y concluyente, tiene y debe de concertar con los productores que el Estado no puede seguir siendo su nodriza para que le suministre todos los recursos que implican sus producciones, sino que éstas deben regirse por un método de producción acordada, a quién se colocará, a qué precio, y no que los sobrantes del mercado tengamos que seguir pagándolo los contribuyentes. Eso no puede seguir así porque eso no es competitividad, sin simple ventaja estatal.

Traduce lo mismo que sentar a un niño para impedirle que aprenda a caminar.

Este año 2009 que apenas inicia es de grandes retos, competitividad, no de la loba de Rómulo y Remo amamantando a los productores sin iniciativas.