Balanza de pagos y precios del petróleo
RAMÓN NÚÑEZ RAMÍREZ

Balanza de pagos y precios del petróleo<BR><STRONG>RAMÓN NÚÑEZ RAMÍREZ</STRONG>

Uno de los mayores retos de las autoridades será manejar la política económica para que los altos precios del petróleo y el inevitable aumento del déficit en cuenta corriente no implique un déficit global de la balanza de pagos de una magnitud que obligue a un fuerte ajuste automático del lado del tipo de cambio.

El déficit o superávit de la cuenta corriente de la balanza de pagos necesariamente no implica un comportamiento similar de la balanza global y sobran los ejemplos recientes. En el 2003 el superávit en cuenta corriente fue de US$1,036.2 millones; sin embargo el balance global fue negativo en US$546.5 millones, debido a la fuga de capitales parcialmente cuantificada en la cuenta de “errores y omisiones” por un monto de US$1,556.3 millones. En el 2007 el déficit en cuenta corriente se elevó a US$2,230.8 millones, sin embargo el resultado global fue superavitario en US$657 millones gracias a los generadores de divisas y una inversión extranjera directa récord por un monto de US$1,698 millones, más inversión extranjera en cartera por US$991.3 millones. En ambos casos la diferencia estuvo marcada por la confianza.

En el primer trimestre de este año el déficit en cuenta corriente ascendió a US$804 millones y el resultado global fue deficitario en US$134.9 millones, a pesar de que la inversión extranjera ascendió a US$1,057.8 millones, un aumento de 177% en relación al primer trimestre del pasado año. Para este 2008 de mantenerse precios promedios cercanos a los US$130 el barril, la factura petrolera podría dispararse a US$5,500 millones y el déficit en cuenta corriente situarse entre US$3,200-  US$3,700 millones. Terreno fértil para los agoreros y los que desde la oposición apuestan al colapso; sin embargo el análisis de las cuentas externas en el 2007 y el primer trimestre del 2008 revelan que la economía dominicana cuenta con sectores cuyos aportes en divisas están aumentando (turismo y remesas) además el comportamiento de la inversión extranjera directa, la inversión extranjera en cartera y otros ingresos de capitales pueden perfectamente contribuir a equilibrar la balanza de pagos. La receta principal para mantener la estabilidad y el clima de confianza para garantizar ese flujo de capitales depende de una política fiscal superavitaria, una monetaria con mayores grados de libertad para contribuir a la meta de inflación y urgentes medidas de austeridad energética.

El país tiene muchos retos, tiene a su favor un Presidente reelecto que cuenta con la experiencia en manejo de crisis, goza de la confianza de los agentes económicos y la voluntad política para tomar las decisiones que sean necesarias para preservar la estabilidad.

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