Balas que nos hablan de muchos muertos

Balas que nos hablan de muchos muertos

Vamos a hacer un somero relato relacionado con las muertes de algunos dominicanos que en las alturas del mando murieron por culpas de homicidas plomos, en el acto o a consecuencias de las heridas.

El general José Antonio Salcedo fue el primer presidente, en el período de la Restauración de la República. El general Gaspar Polanco y Borbón encabezó el derrocamiento de Salcedo. Y no solamente eso, sino que ordenó su fusilamiento en el Campamento de Las Jabillas, en la playa de Maimón de Puerto Plata, donde Agustín Peña Masagó cometió el terrible hecho en el 1864. El general Pedro Guillermo estuvo al frente del Poder Ejecutivo, mientras del extranjero llegaba Buenaventura Báez Méndez a hacerse cargo de la presidencia de la nación dominicana.

El general Pedro Guillermo Guerrero fue fusilado en El Seibo, el día 18 de febrero. Por otra parte nos dice la historia que el general Gaspar Polanco y Borbón, e1 victimario de Salcedo, falleció a causa de tétanos. Este quebranto le sobrevino por culpas de unas heridas de ba1as. Gaspar falleció en La Vega el 28  de noviembre de 1867. É1 había estado al frente del Gobierno Restaurador, desde el 10 de octubre de 1864 hasta el 24 de enero de 1865. El general Federico de Jesús García formó parte del “Triuvirato de 1866” con Gregorio Luperón y Pedro Antonio Pimente1. El general García dejó de existir el 22 de septiembre de 1872, en un sangriento combate librado en el camino de Guayubín a Montecristi.

El general Pedro Antonio Pimcntel fue el último presidente provisional de los restauradores. Y también integró con Federico de Jesús García y Gregorio Luperón la Junta Revolucionaria llamada “El Triunvirato” a la caída de Buenaventura Báez en l866. El general Pimentel se encontraba radicado en Haití y en la frontera recibió heridas de balas a consecuencias de las cuales falleció el 6 de junio de 1874 en Quarter Movín en Haití.

El general Manuel Altagracia Cáceres Fernández (Memé) ejerció una breve presidencia del 31 de enero de 1888 al 13 de febrero del mismo año. EI general Cáceres nombró provisionalmente un ministerio mientras llegaba como de costumbre Buenaventura Báez, sin peligro alguno, por la vía marítima a ocupar “su presidencia”. El 16 de septiembre a eso de las 7 y 30 de la noche resultó asesinado el general Cáceres que ostentaba a 1a sazón el cargo de Ministro de Relaciones Exteriores del gobierno provisional del licenciado Jacinto R. de Castro.

El general Cesáreo Gui1lermo era hijo del general Pedro Guillermo. Su valor rayaba en la temeridad y murió a los 38 años de edad. En dos ocasiones fue presidente por períodos cortos. La primera vez del 5 de marzo de 1878 al 6 de julio de ese año. Era enemigo de Ulises Heureaux y de Gregorio Luperón. El general Guillermo promovió una revolución en Azua y frente al fracaso apeló al suicidio en El Orégano, el día 8 de noviembre de 1885.

Ulises Heureaux (Li1ís) era  un  valiente. Fue un tirano y todos los tiranos son verdaderos desertores del género humano. Su muerte el 26 de julio de 1899 a tiros en Moca, fue un tiranicidio. Lilís nació peleando y murió peleando. Ese negro extraordinario impuso en esta tierra su omnímoda voluntad por casi veinte años.

El general Ramón Cáceres fue uno de los integrantes del grupo tiranicida del 26 de Julio de l899. Estuvo en la presidencia desde el 29 de noviembre de 1905 hasta el 19 de noviembre de 1911. Creó La Guardia Republicana llamada “La Guardia De Mon.

El comandante de esa represiva organización, el general Alfredo María Victoria, era un hombre de mucho coraje. Al presidente Cáceres lo asesinaron el 19 de noviembre de 1911. El general Victoria impuso entonces en la presidencia a su tío  Eladio Victoria. La muerte de Cáceres hizo correr  ríos de sangre. Ocurrió la llamada, “Guerra de los Victoria”. En el Noroeste las peleas fueron rudas y duras y ocurrieron  pleitos de nombradía como los de Dajabón, Chacuey, Las Mercedes, El Pum-Pum y Juan Calvo, en los cuales Desiderio Arias se impuso como un gran guerrillero. Y para acabar decimos que en el 1930 Desiderio Arias se equivocó haciendo alianzas con el Brigadier traidor de la Fortaleza Ozama.

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