El Club Bameso felicitó al ex voleibolista Héctor Romero por su exaltación al Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano, el domingo pasado.
El presidente del Bameso, licenciado José Augusto Castro, felicitó a Romero, en nombre de esa entidad, y calificó de merecida su exaltación a la inmortalidad.
No cabe dudas que fue una atinada elección y merecida exaltación, de uno de los mejores voleibolistas dominicanos de todos los tiempos, manifestó Castro, por medio a una nota de prensa del Bameso.
Romero fue un gran rival, desde los distintos equipos que enfrentó al nuestro, y su calidad hizo más resonantes nuestros triunfos, cuando logramos vencerlo, y menos dolorosa la derrota, cuando caímos vencidos, a sabiendas que lo hacíamos ante un gran jugador, señaló Castro.
Felicitamos a quienes atinadamente escogieron a Romero para situar su nombre en el lugar al cual pertenece, al lado de los más grandes deportistas del país, agregó Castro. Sólo esperamos que ese mismo honor le sea concedido a otros, tan grandes como él que vistieron nuestro uniforme, como son los casos de Pascual Díaz y Ana Antonia Núñez, cuyos nombres estuvieron en la boleta de votación este año. El nativo de la comunidad de Tamayo, provincia Bahoruco, se inició en la disciplina a comienzo de la década de los años 70 y forma parte del seleccionado nacional masculino a partir de 1977.
Ese mismo año fue electo Novato el Año, por su estelar actuación en el Torneo Superior del Distrito Nacional, con el desaparecido equipo de Villa Mella y en los Juegos Deportivos Nacionales.
Desde ese año formó parte de los equipos que participó en el Campeonato Norte Centroamericano y del Caribe (Norceca), que se celebró en el país. En 1978 Juegos Centroamericanos y del Caribe de Medellín, Colombia; Norceca, de Cuba 1979; Juegos Panamericanos San Juan, Puerto Rico, 1979; Centroamericanos y del Caribe de Cuba, 1982; Juegos Centroamericanos y del Caribe, Santiago 1986, en donde el equipo nacional logró la medalla de plata al perder de Cuba en el partido final.
Norceca Superior 1987 en Puerto Rico, ese mismo año acciona en los Juegos Panamericanos de Indianapolis, Estados Unidos. Además en los Centroamericanos y del Caribe de México, 1990 y Ponce, Puerto Rico, 1993.
Romero se convirtió en el 1987 en el primer jugador que participa en calidad de refuerzo en los principales torneos de Europa y Latinoamérica. Su primer contrato internacional lo recibe del equipo de Obras Sanitarias, en donde realiza una estelar actuación durante las temporadas de 1987 y 88.