Los productores de banano de la Línea Noroeste afectados por las inundaciones de finales del año pasado lograron rehabilitar 2,000 tareas en un tiempo récord de tres meses y se economizaron el 70% de la inversión, mediante el sistema de rebrotes.
La mayoría de los productores afectados obtuvo ese logro porque adoptó los consejos técnicos que ofreció el equipo profesional del Proyecto de Apoyo al Banano Dominicano (Proyecto BAM) que financia la Unión Europea, con el concurso del Gobierno dominicano y bajo la dirección de la Junta Agroempresarial Dominicana (JAD).
El valor de rehabilitar una tarea de banano con la siembra de plantas nuevas es de RD$11,816.55, mientras que con este sistema de rebrote cuesta RD$771.55 por tarea, lo que significa una economía total de RD$11,045.00 por cada tarea para el productor.
El presidente ejecutivo de la JAD, Osmar Benítez, informó que la industria bananera se recupera después del fuerte impacto de las lluvias de finales del año pasado, cuando llovió durante 47 días consecutivos.
Indicó que el proceso de recuperación ha venido de manera acelerada, restableciendo la oferta de la fruta para los mercados local y de exportación.
Entre las razones que facilitaron esa recuperación citó la voluntad de los bananeros de trabajar duro porque, a pesar de la desgracia, lo hicieron con el mismo ánimo y el proyecto de apoyo financiero del presidente Danilo Medina, con una línea de crédito superior a los RD$1,000 para recuperar más de 80 mil tareas que fueron inundadas en octubre, noviembre y diciembre de 2016.
Dijo que aunque no se dañaron las 80 mil tareas, sí afectó los bolsillos de los exportadores y productores que en los 47 días de lluvias no pudieron hacer sus operaciones normales de cosecha, transporte, lavado, empaque y exportaciones.
Benítez dijo que la mayoría de los productores afectados adoptó los consejos técnicos que ofreció el equipo técnico agrícola del Proyecto BAM, coordinado por el hondureño Jesús Coto, con más de 40 años de experiencia en el cultivo del banano, quien sugirió que se adoptara la técnica de rehabilitación de las áreas inundadas aplicando la práctica del rebrote.
Explicó que la aplicación del enraizador y del fertilizante nitrogenado debe repetirse unas vez al mes en los próximos tres meses. A partir de ahí, se escoge el hijo más fuerte y en la misma dirección seleccionada por el productor.
Agregó que si a partir de los tres meses se sobrevuela la zona inundada que había sido eliminada, se observará que la plantación está prácticamente igual que antes. La planta ha alcanzado la altura de un hombre.
“Esa técnica ha permitido a algunos agricultores cosechar racimos de banano de esos rebrotes, ahorrándole tres meses de trabajo al productor. Eso se mide en dinero, el costo del rebrote es más económico que el costo de la resiembra completa”, afirmó Benítez.