Banca debe entrenar personal de caja

Banca debe entrenar personal de caja

En la región de América Latina ya la necesidad de entrenar al  personal bancario con fines de atender a los clientes, según una estudio dado a conocer con motivo de la celebración de la asamblea de Federación Latinoamericana de Bancos (FELABAN), que tiene lugar en Miami.

La necesidad de mejorar los procedimientos de procesamiento de solicitudes de crédito de las pequeñas y medianas empresas (Pymes) ocupa el segundo lugar.

Según la encuesta, el problema de acceso a servicios financieros no es generalizado a todas las capas de ingreso ni a todo tipo de empresas.

 En particular, los individuos de altos ingresos y las empresas grandes de los países de la región no tienen ningún problema de acceso. Más aún, muchas empresas grandes, especialmente las exportadoras y las proveedoras de servicios públicos (teléfono, electricidad) se financian tanto local como internacionalmente y a costos que no presentan ningún tipo de obstáculo.

Para una muestra de cuatro países para los cuales se  contó con  información de la encuesta de FELABAN (Colombia, Chile, El Salvador y Honduras), la participación de las empresas grandes en el valor total de préstamos bancarios fluctúa entre el 60 y 70 por ciento. La participación disminuye conforme disminuye el tamaño de la empresa. El problema de acceso al crédito empresarial en América Latina es un problema de las PYMEs y de la microempresa.

Según el estudio, a diferencia de las empresas grandes, el financiamiento a las PYMEs y las microempresas tiene dos características distintivas, la primera de la cuales es que los costos de monitoreo como porcentaje del valor del préstamo son mucho más altos que para las empresas grandes. Esto se debe a dos factores: (a) como es bien sabido, los bancos tienen ciertos costos fijos por proyecto que no dependen del tamaño del préstamo; y (b) los costos variables de monitoreo de empresas de menor tamaño son mayores que los de monitorear empresas grandes; esto es especialmente cierto en el caso de las microempresas, en donde el costo bancario en tiempo y personal utilizado en visitas al empresario es esencial para garantizar continuamente la capacidad de pago del deudor.

En una serie de países de la región deficiencias en registros de propiedad y en la información de burós de créditos, agravan este último tipo de costos.

La segunda característica, es que el riesgo crediticio es mayor en las empresas pequeñas que en las grandes.

Hay cuatro factores que lo explican esta situación : (a) las PYMEs y las microempresas son sectores extremadamente heterogéneos; en el caso de las microempresas, esto resta utilidad a algunas técnicas de evaluación de riesgo como las de credit scoring; (b) una proporción importante de las PYMEs y las microempresas en América Latina operan en el sector informal y no mantienen documentación adecuada sobre sus balances, los cuales tienden a tener muy poca transparencia; (c) relacionado al punto anterior, muchas de estas empresas tienen un nivel muy bajo de cultura financiera, lo cual disminuye su capacidad de realizar evaluaciones adecuadas sobre la rentabilidad de proyectos; (d) en una alta proporción de casos, estas empresas no están suficientemente diversificadas en sus fuentes de ingreso y muchas veces dependen exclusivamente de una sola empresa que compra de sus productos y (e) este tipo de empresas no cuenta con colateral adecuado (muchas veces relacionado a problemas de carácter institucional que se discutirán más adelante.     

Estas dos características: mayores costos en el análisis de solicitud de crédito y en el monitoreo y mayor riesgo crediticio hacen que con el fin de seguir “buenas prácticas bancarias”, los bancos deben cobrar costos más altos para extender crédito a las PYMEs y a las microempresas, que a las empresas grandes .

La encuesta de FELABAN pidió a las Asociaciones Bancarias que identificaran que características propias de las PYMEs y las microempresas eran consideradas como los obstáculos más importantes para acceder al crédito bancario. Consistente con la discusión anterior, los tres factores más importantes citados por la gran mayoría de los países fueron: bajos niveles de ingreso, informalidad y falta de cultura financiera.

“Es decir, factores de naturaleza social ocupan un lugar predominante en los problemas de acceso de las empresas. Como se indica en el gráfico 3, entre el 80 y el 90 por ciento de los países señalaron estos tres factores como los mayores problemas de las PYMEs y las microempresas”, se explicó.

Además de los tres factores sociales arriba mencionados, en los problemas del financiamiento a las Pymes influyen  falta de colateral o garantías adecuados, falta de transparencia en los balances de las empresas y baja diversificación de las fuentes de ingresos de estas empresas.  Entre los países de la muestra, Brasil destaca por otorgar la máxima importancia posible a las características de las PYMEs y las microempresas que disminuyen su calidad como deudores (el índice toma un valor de 1). Es decir, en Brasil los 6 factores que componen el índice se consideran como obstáculos esenciales tanto para las PYMEs como las microempresas. En Perú, el índice también toma el valor de 1, pero solo para el caso de las microempresas. Un resultado muy interesante, pero que requiere estudios particulares por país para entenderlo a plenitud, es que en algunos países el índice toma valores más altos para las microempresas (Perú, Colombia, Guatemala y Venezuela) y que en otros el índice es más alto para las PYMEs (República Dominicana, Nicaragua, Ecuador y Argentina).

   Según el estudio, debido a que las empresas grandes no tienen problemas de informalidad, ni falta de cultura financiera, los requisitos más importantes para evaluar las solicitudes de crédito de este tipo de empresas son los balances contables y los estados de pérdidas y ganancias. En esto están de acuerdo todos los países.

 En contraste, estos dos requisitos se consideran de menor importancia para la microempresa en la gran mayoría de los países. En vez de basar las decisiones de créditos en evaluar balances—que no son confiables o simplemente son inexistentes para muchas PYMEs y microempresas—los bancos en América Latina le dan mucha importancia a la información que pueden obtener sobre el deudor tanto a través de registros de crédito como mediante la recolección directa de información que realizan ellos mismos.

“Es por ello, que los requisitos de información sobre el deudor ocupan los dos primeros lugares de importancia en las barras del gráfico 5 referentes a la microempresa y las PYMEs”, explica el estudio.

Problemas de gestión

Además de los problemas sociales, el estudio de FELABAN encontró problemas en la propia conducción del negocio bancario que frenan el proceso de bancarización.

La encuesta permite el análisis de dos temas: (a) deficiencias en los canales y mecanismos de evaluación de riesgo de los bancos de la región y (b) necesidades de mejoras en la atención de los bancos a los clientes.

Con respecto a las deficiencias en la evaluación de riesgo crediticio, el estudio se hizo a las siguientes preguntas: (a) ¿Qué porcentaje de bancos privados en cada país cuenta con unidades especializadas para otorgar crédito a las PYMEs y a la microempresa?; y  (b) ¿Qué porcentaje de bancos cuenta con la tecnología de credit scoring para evaluar los créditos a las PYMEs?

En el contexto de altos niveles de informalidad y alta heterogeneidad, la utilización de la técnica de credit scoring es de menor utilidad en el caso de las microempresas, según establecen los resultados del estudio de FELABAN.

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