SANTIAGO.   El programa Niños con una Esperanza denunció que las bancas de apuestas, los billares, colmadones y puntos de drogas   siguen multiplicándose en todos los sectores del barrio  Cienfuegos, trayendo intranquilidad  a los moradores.

Dicen  que  parece que estos  negocios no tienen  regulación y mucho menos en barrios marginados como ese, cuyas calles carecen de aceras, contenes y  cloaca.

“Nos sentimos con las manos atadas,  ya que todo nuestro esfuerzo  se hace cada vez más difícil porque son tantos los establecimiento comerciales que promueven los vicios que los niños ven esto como algo normal”, dijo el pastor Pablo Ureña.

Dijo que eso no puede ser, que hay que brindar   seguridad, cultura, deportes, parques infantiles,   donde se promuevan los sanos valores “y tal parece que estamos  obligados a conformarnos porque ninguna autoridad hace nada”.

Indicó que las autoridades del Gobierno, el gobierno local, los empresarios y la sociedad en general deben despertar e invertir en la niñez ahora, para que luego no haya lamentos.

Ureña señaló que  la violencia y la delincuencia siguen creciendo, y se quiere tapar el Sol con un dedo,   “algunas veces pensamos que estamos arando  en el desierto, sin embargo, seguiremos luchando y pidiéndole a Dios para que  aparezcan autoridades más  responsables que cumplan con sus obligaciones de cuidar y proteger a los niños y niñas de estos vicios”.

El  programa Niños con una Esperanza  se  fundó hace ocho años en la comunidad, para      ayudar, orientar y proteger a la niñez, que por años estuvo abandonada a su suerte.