Banco Agrícola traspasa venta de bienes a Inmobiliaria BR

Banco Agrícola traspasa venta de bienes a Inmobiliaria BR

El Banco Agrícola transfirió para la venta a la compañía Inmobiliaria Reservas, S.A., centenares  de inmuebles como fincas, solares y casas de su propiedad que posee en diferentes municipios, distritos municipales y parajes en todo el país.

El ingeniero Paíno Abreu Collado, administrador del Banco Agrícola, y Sonia Josefina Fernández, gerente general de Inmobiliaria Reservas, firmaron un acuerdo mediante el cual esa compañía se compromete a promocionar y comercializar los inmuebles de la institución financiera. La compañía recibió una primera partida de 236 fincas, casas y solares.

Inmobiliaria Reservas, dependiente del Banco de Reservas, que actuará en calidad de intermediaria, recibirá del Bagrícola los inmuebles de su propiedad mediante inventarios, con copias de los respectivos certificados de títulos y certificaciones de cargas y gravámenes.

Los gastos de publicidad y todo lo concerniente al apoyo logístico para la referida comercialización correrán por cuenta de la compañía inmobiliaria. La firma del acuerdo se realizó durante un acto efectuado en el salón de sesiones del Banco Agrícola, el cual contó con la presencia de ejecutivos de la institución financiera y de la inmobiliaria.

Abreu Collado explicó que el Banco Agrícola decidió transferir sus inmuebles para la venta a Inmobiliaria Reservas, debido a que esta entidad se dedica exclusivamente al negocio inmobiliario y puede ayudar al Bagrícola en el proceso de venta de los bienes. Dijo que el Bagrícola no dispone de una unidad destinada a la promoción y venta de los bienes que   engrosan a  su patrimonio inmobiliario. Abreu Collado afirmó que el Banco Agrícola es una institución autónoma, regida por la Ley 6186 sobre fomento agrícola, con facultad para disponer del patrimonio  adquirido por sus operaciones financieras.

Las claves

Inmuebles

El Bagrícola dispone de decenas de fincas, solares y casas en diferentes provincias del país, con un valor global aún no determinado, pero que alcanzaría cientos de millones de pesos, recursos que irían inmediatamente al campo a  responder  parte de la demanda creciente de crédito del sector agropecuario.

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