El gobernador Banco Central, Héctor Valdez Albizu, con la junta directiva de la Asociación de Bancos Múltiples.
La inflación subyacente interanual pasó de un máximo de 7.29% en mayo a 6.56 por ciento en diciembre 2022, resultando menor a la del cierre de 2021, que fue de 6.87 por ciento
Al cierre de 2022 el medio circulante (M1), es decir los billetes y monedas en poder del público, creció 10.2 por ciento comparado con el 2021, una cifra por debajo del crecimiento del PIB nominal.
Mientras la oferta monetaria ampliada (M2) que incluye el medio circulante más los depósitos de ahorro y a plazo en los bancos comerciales creció 6.8 % y el dinero en sentido amplio (M3) 5.4 por ciento.
Estos tres llamados agregados monetarios tienen una moderación en el crecimiento como resultado del plan de restricción monetaria que se está implementando para contrarrestar las presiones inflacionarias.
Así lo informó ayer el gobernador del Banco Central, Héctor Valdez Albizu, en una reunión con la junta directiva de la Asociación de Bancos Múltiples (ABA), encabezada por su presidenta ejecutiva, Rosanna Ruiz, e integrada por presidentes de varios bancos múltiples, donde abordaron los resultados obtenidos por el sistema financiero en 2022.
Dijo que la inflación subyacente, la más relevante para fines de análisis en cuanto a la toma de decisiones del Banco Central, cuyo objetivo principal es velar por la estabilidad de precios, ha mantenido una tendencia a la baja desde el mes de mayo del pasado año.
Valdez Albizu informó que la inflación subyacente interanual pasó de un máximo de 7.29% en mayo a 6.56% en diciembre 2022, resultando menor a la del cierre de 2021, que fue de 6.87 por ciento. Indicó que este comportamiento es consistente con la postura monetaria implementada por el Banco Central, la cual ha contribuido a mitigar las presiones de demanda interna.
Añadió que conforme continúe operando la política monetaria, prevén que la inflación convergería al rango meta de 4 % ± 1 % antes de finalizar el segundo trimestre de 2023.