El Banco Central de la República Dominicana (BCRD) informó que decidió mantener la tasa de interés de política monetaria en 3.00 % anual. Asimismo, la tasa de interés de la facilidad permanente de expansión de liquidez (Repos a 1 día) permanece en 3.50 % anual y la tasa de interés de depósitos remunerados (Overnight) en 2.50 % anual.
Indicó que la decisión sobre la tasa de referencia se basa en el análisis exhaustivo del impacto de la pandemia del COVID-19 sobre la actividad económica y la evolución futura de la inflación.
En particular, la variación mensual del Índice de Precios al Consumidor en septiembre fue de 0.60 %, mientras que la inflación acumulada durante los primeros nueve meses del año fue 3.74 %.
«Es importante destacar que, la inflación subyacente, que excluye los componentes más volátiles de la canasta básica, alcanzó 4.34 % en septiembre, cercana al valor central de la meta. Asimismo, el sistema de pronósticos del BCRD y las expectativas de los agentes económicos señalan que las presiones inflacionarias recientes son de carácter transitorio.
En el entorno internacional prevalece la incertidumbre asociada al ritmo de recuperación económica global y la aceleración de contagios del COVID-19 en varias economías avanzadas, aunque los datos más recientes parecen confirmar una recuperación gradual del crecimiento durante los últimos meses recientes.
En ese sentido, el FMI estima una menor contracción económica global para 2020, pasando de un -4.9 % estimado en junio a -4.4 %, de acuerdo con su informe publicado en octubre de Perspectivas Económicas Mundiales (WEO, por sus siglas en inglés).
En respuesta al debilitamiento de la actividad, los bancos centrales alrededor del mundo continúan reduciendo sus tasas de interés de política monetaria y ampliando las medidas de flexibilización monetaria, con el objetivo de apoyar la demanda interna de sus países.
Para Estados Unidos de América (EUA), nuestro principal socio comercial, se comienzan a observar señales positivas que apuntan a una recuperación más rápida de lo previsto. Los datos preliminares del tercer trimestre señalan una caída interanual de -2.9 %, lo cual representa una recuperación sustancial desde el -9.0 % registrado en el segundo trimestre del año.
Como respuesta a este difícil panorama, el Banco Central Europeo (BCE) mantiene la tasa de depósitos de corto plazo (Overnight) en -0.50 % anual, mientras implementa un amplio programa de provisión de liquidez a través de la compra de títulos públicos y privados en el mercado secundario.
En efecto, se proyecta un precio promedio para 2020 en torno a los US$ 39 dólares el barril, por debajo del valor de unos US$ 60 por barril inicialmente previsto en el Presupuesto Nacional. Por otro lado, el precio del oro se mantiene elevado, ubicándose en torno a los US$ 1,900 dólares por onza troy, muy por encima de lo contemplado inicialmente para este año, al ser utilizado como refugio de valor en un contexto de alta incertidumbre.
En ese sentido, el comportamiento en los precios de estos bienes primarios deberá beneficiar los términos de intercambio de la República Dominicana y contribuir a la balanza de pagos, a través de una menor factura petrolera y del incremento en el valor de las exportaciones de oro.
En el entorno doméstico, el Índice Mensual de Actividad Económica (IMAE), señala que la economía continúa avanzando gradualmente en su proceso de recuperación, alcanzando una variación de -5.6 % interanual en el mes de septiembre, luego de tocar fondo en abril con una caída de -29.8 %, como resultado de una normalización paulatina de las actividades productivas.
De esta forma, el crecimiento económico acumulado durante el período enero-septiembre se ubicó en -8.1 %. Hacia adelante, los modelos de pronósticos prevén que la actividad económica continuaría recuperándose progresivamente en los próximos trimestres, hasta alcanzar un crecimiento por encima de su potencial en 2021, una vez superadas las crisis sanitaria y económica derivadas del COVID-19.
En este contexto, el Banco Central continúa implementando un conjunto de medidas monetarias orientadas a mitigar los efectos del coronavirus a través de la reducción en 150 puntos básicos en la tasa de política monetaria desde marzo y medidas para incentivar el financiamiento de los sectores productivos y los hogares.
Por otro lado, la pandemia ha afectado significativamente a las finanzas públicas, debido a una caída de los ingresos fiscales por la ralentización económica y al incremento del gasto público asociado a programas sociales orientados a preservar el empleo y a la implementación de medidas sanitarias.
Es importante destacar que la colocación exitosa de bonos en los mercados internacionales por unos US$3,800 millones y la ejecución del Presupuesto Complementario aprobado recientemente contribuirán a combatir los enormes retos derivados de la crisis sanitaria y a facilitar la reactivación gradual de la economía dominicana, principalmente en la medida que se desarrollen los proyectos de inversión pública.
Adicionalmente, las Reservas Internacionales se ubican en torno a los US$10,000 mil millones (equivalentes a aproximadamente 12.7 % del PIB), facilitando que el Banco Central pueda seguir contribuyendo a mantener la estabilidad relativa del tipo de cambio ante un convulso entorno internacional.
En ese sentido, la institución se mantendrá dando especial seguimiento al impacto del COVID-19 sobre la economía dominicana, encontrándose preparada para continuar reaccionando de forma oportuna ante factores que puedan poner en riesgo el objetivo de inflación y afectar la estabilidad macroeconómica.