Brasilia. El Banco Central de Brasil ha revisado a la baja sus previsiones para la economía del país este año y ahora calcula que se encogerá un 2,7 % y que la inflación llegará al 9,5 %, informó hoy la propia institución.

Estas nuevas previsiones fueron volcadas en un informe trimestral del Banco Central publicado hoy y que en su edición anterior, del pasado mes de junio, había calculado para 2015 una contracción del 1,1 %, con una inflación del 9 %.

Esa revisión a la baja coincide con la que esta misma semana ha hecho el propio Gobierno brasileño, que hasta ahora esperaba una contracción del 1,49 % para este año, pero ha elevado esa tasa al 2,44 %.

En los mercados financieros, el pesimismo es mayor y se prevé que la economía del país se encogerá este año un 2,7 %, la misma tasa que ahora calcula el Banco Central.

El informe reconoce que el ajuste fiscal adoptado por el Gobierno para enfrentar la delicada situación económica, que supuso un fuerte recorte del gasto público y un aumento de la recaudación por la vía tributaria, ha enfriado la economía.

“La actividad económica en Brasil sigue bajo la influencia del ajuste macroeconómico en curso”, el cual “es necesario y esencial» para equilibrar las cuentas públicas y ejercer un mayor control sobre la tasa de inflación, dice el informe.

El Banco Central también indicó que el efecto del plan de ajuste “tiende a ser ampliado por el ambiente asociado a eventos no económicos”, lo que pareció una referencia a los problemas políticos entre el Ejecutivo y el Legislativo, que han impedido la celeridad necesaria en la aprobación de varias medidas de contención.

La mayoría de las iniciativas propuestas por el Gobierno en el marco de su plan de ajuste deben ser refrendadas por el Congreso, pero el trámite parlamentario enfrenta diversos obstáculos, en parte por el impacto de las corruptelas en la estatal Petrobras, por las que se investiga a medio centenar de políticos.