Banco de Cerebros UNPHU (Alzheimer y Parkinson)

Banco de Cerebros UNPHU (Alzheimer y Parkinson)

El pasado jueves fue inaugurado en la Universidad Pedro Henríquez Ureña un banco de cerebros. Esta es una institución bancaria que lo que maneja son cerebros y médulas espinales de humanos fallecidos que dieron su autorización en vida para que sus órganos del sistema nervioso sean donados a esta institución científica. La actividad llevada acabo en el Campus 1 de la institución educativa; y la misma es el producto de la motorización de alguien a quien yo he definido como la ¨princesa¨ de la enfermedad de Alzheimer en el país: la doctora Daisy Acosta. Ella ha luchado con tesón para que este proyecto llegara a feliz término y sea ya una realidad. Tenemos el alto honor de haber sido nombrado en el Comité de Ética de este banco especial, junto a los colegas William Duke, decano de Medicina, y Rafael Bello, funcionario de la Universidad Católica.
El doctor José Luna Muñoz, coordinador nacional del Banco de Cerebros del Instituto de Investigaciones Avanzadas de México, nos impartió una conferencia magistral sobre el tema del alzhéimer y de la utilidad de instituciones con material para la investigación. Él es el asesor de la institución y se ha tomado empeño en que se haga una realidad, lo que como país le agradecemos. Deseamos felicitar al rector de la UNPHU, el amigo Arq. Miguel Fiallo, por el apoyo para que esto llegara a feliz término. Esto, al final, constituye la razón de ser de las universidades, que es la investigación científica en busca de la verdad de las cosas, enhorabuena.
La tecnología moderna y las necesidades de la biomedicina, incluyen la formación de bio-bancos, y el jueves inauguramos aquí el primero de cerebros del Caribe. Allí se guardarán debidamente los cerebros de los donantes y las medulas espinales de los fallecidos, sin alterar en lo más mínimo el aspecto del cadáver lo que se trasformará en una especie de solidaridad. En las pasadas dos décadas los neurocientistas han hecho avances considerables en entender un poco las complejidades del funcionamiento cerebral y de cómo estos procesos degenerativos afectan psiquiátrica y neurológicamente nuestro órgano rector, parte de ese entendimiento de las complejas funciones de las neuronas hoy se lo debemos a instituciones como la inaugurada el pasado jueves, pues se puede obtener el material para el estudio en colaboración con otras instituciones. Se hacen protocolos de investigación, se logra la estandarización que da la validez científica.Debemos enfatizar que este es un banco para investigación y no para donación de órganos.
Sabemos que el alzhéimer es una dolencia degenerativa de las células cerebrales (neuronas) de carácter progresivo y de origen desconocido. Es una de las formas de demencia más extendida y conocida. Provoca un deterioro de la calidad de vida del paciente y de su entorno familiar y conlleva grandes dificultades de convivencia. La demenciaes un término general que engloba varias manifestacionesentre las que se incluye una pérdida gradual de la memoria, de problemas de juicio, de desorientación, dificultad para aprender, pérdidas de habilidades con el habla y en la capacidad de realizar las tareas rutinarias. Las personas con demencia también presentan cambios en su personalidad y problemas del comportamiento.En 1992 la Organización Mundial de la Salud definió la enfermedad de Alzheimer como una dolencia degenerativa cerebral primaria de causa desconocida que presenta rasgos neuropatológicos y neuroquímicos característicos.
Se produce una degeneración progresiva de neuronas que se traduce en cambios neuroquímicos en la concentración y efecto de los neurotransmisores cerebrales. Uno de los más afectados, la acetilcolina, parece el más implicado en los procesos de almacenar nueva información (memoria). Piénselo usted, si prefiere donar su cerebro para una causa noble o si lo deja a que sea banquete de los gusanos. No sabemos si mañana aparece el país en el mapa de las neurociencias por los aportes hechos desde este banco de cerebros. Anímese, tome nota, 809-5626601, ext. 2320 y nuevamente felicitamos por el esfuerzo.
Finalmente, pedimos disculpas por no haber publicado el sábado pasado. Continuaremos conversando en una próxima entrega.

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