POR ANDREW BALLS
Financial Times
James Wolfensohn, presidente del Banco Mundial, advirtió que el terrorismo y las preocupaciones por la seguridad distraen a los políticos de los países ricos de las metas a largo plazo para las naciones en desarrollo.

En una entrevista con el Financial Times, el señor Wolfensohn dijo que la agenda para la reunión anual de Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, que tendrá lugar en Washington a comienzos del mes próximo, es probable que quede opacada por las preocupaciones a corto plazo sobre el terrorismo en Irak.

Washington ha estado tratando de hacer una prioridad del alivio de deuda a Bagdad en las reuniones anuales. Estados Unidos desea disminuir hasta en 90% la deuda externa de Irak, estimada en cerca de US$120 millardos. Sin embargo, otros miembros del Club de París de acreedores oficiales, en particular Francia, considera más justificada una reducción menor.

 “Lo que es importante es hacer conciencia sobre el hecho de que las preocupaciones a corto plazo con Irak, Afganistán y el terrorismo, tienen que cumplirse. Pero no podemos perder más tiempo con los temas de mediano y largo plazo de la pobreza y el desarrollo”, expresó el señor Wolfensohn.

“Es difícil lograr que la gente se concentre en estos temas cuando el mundo está gastando US$900 millardos en la defensa. Esto es entre 15 y 20 veces al flujo de efectivo de la ayuda al desarrollo”.

Nancy Birdsall, presidente del Centro para el Desarrollo Global, dijo: “Todos subestimamos el hecho de que existe un límite al tiempo estratégico disponible para las personas responsables de la política del desarrollo internacional en países claves”.

El 11 de septiembre tuvo un efecto enorme en la disposición de las personas a pensar en los países distantes, de los que conocen poco, como Afganistán, dijo.

El señor Wolfensohn señaló los conflictos, la pobreza, el SIDA y la necesidad de fortalecer las instituciones  como los asuntos que se están dejando a un lado. El genocidio en la región sudanesa de Darfur es el ejemplo más reciente de una crisis que está siendo pasada por alto. En África tenemos una escalada de derramamiento de sangre y terror que es un múltiplo enorme en cualquiera de las cosas que veamos en otras regiones”, dijo. “Tenemos que despertar antes estas realidades, para no caer en la trampa de pensar que las vidas de los negros no significan nada”.

En una mirada retrospectiva de su presencia en el banco desde 1995, el señor Wolfensohn dijo que una de las fallas ha sido la incapacidad para mantener concentrada la atención en los objetivos del desarrollo a largo plazo y de hacer de África el centro de la agenda para el desarrollo.

 “El Banco y el mundo se desvió hacia los temas inmediatos, el terrorismo, las guerras, las crisis financieras, las crisis físicas. Es muy difícil mantener un ojo en los temas de desarrollo a largo plazo cuando hay que lidiar con lo más inmediato”.

TRADUCCION: IVAN PEREZ CARRION