La representación del Banco Mundial en República Dominicana realizó una sesión efectiva con el liderazgo de Santiago, actividad en que la agencia anunció financiación potencial de US$1,800 millones, monto contenido en el Marco de Alianza RD 2022-2026.

Alexandría Valerio como jefa local del Banco Mundial tiene mucho que aportar. Es doctora en economía, Universidad de Columbia. Acumula más de 25 años en operaciones territoriales e investigaciones. Estuvo acompañada de Paula Restrepo Cadavit, gerente internacional de proyectos urbanos y gestión de desastres y un equipo de especialistas del banco.

La propuesta del Banco Mundial gesta apoyar gestiones del Gobierno para mejorar acceso a servicios, aumentar empleos y gestar ordenamiento territorial en resiliencia climática. Tiene como contexto, la firme economía dominicana, una de las más estables de América.

La iniciativa, si obtiene la esperada aprobación del Congreso, demanda implantación creativa. Preguntamos, ¿seguimos ejecutando generalidades? o ¿focalizamos la acción territorial en regiones decisivas, para lograr impacto y sostenibilidad?

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Con o sin financiación internacional, el cambio de enfoque se impone. Especialmente, cuando hablamos de servicios y ordenamiento territorial. Hacer más de lo mismo, sería seleccionar municipios despoblados y pequeños. Sugerimos incluir Cibao, Higuamo y Yuma, con capitales sociales sostenibles.

De 158 municipios dominicanos solo 8 tienen planes de ordenamiento. Resulta razonable fortalecer y regionalizar los existentes, sin enlatar fórmulas al vapor para creación de planes en 150 pendientes.

La Estrategia Santiago 2030 propone iniciativas de obtener resultados planificados territorialmente en Santiago y 14 provincias del Cibao. Logramos alianzas de inversión del Poder Ejecutivo y promovemos participación privada para ampliar innovadoramente nuestros exitosos parques empresariales. Igualmente, apoyar al Aeropuerto Internacional del Cibao (AIC), como movilizador de turismo y exportaciones.

El Banco Mundial fundado en 1944 para reconstruir Europa tras la Segunda Guerra Mundial, tiene hoy una República Dominicana propicia para crear modelos de reconstrucción incluyente. Favorecer servicios salud y educación de calidad para millones de dominicanos con ordenamiento territorial. Prioricemos provincias productivas donde viviendas, servicios e infraestructura básica, no tienen la cobertura esperada. Evitemos repetir modelos clientelistas que pretenden replicar enlatados esquemáticamente.

El punto de partida sería utilizar las zonas de éxito donde Gobierno, sociedad civil y ayuntamientos estén alineados. El Cibao y las regiones de cuencas hidrográficas de ríos Higuamo y Yuma son esencialmente productivas, turísticas y pecuarias.