A pesar de que en los últimos años los países de la región han llevado a cabo importantes obras de infraestructura de saneamiento, distintas experiencias en el mundo señalan que todos los millones de pesos invertidos en obras corran el riesgo de perderse si no van acompañadas de la promoción de prácticas de higiene en los hogares.

La falta de higiene y saneamiento genera al año pérdidas importantes para los países en desarrollo.

Un reciente estudio del Programa de Agua y Saneamiento del Banco Mundial revela que los países pierden anualmente un porcentaje significativo de su PBI por esta causa.

Esos planteamientos están siendo analizados en la Conferencia Internacional “Más allá de la Infraestructura: Integrando la Higiene en las Políticas Públicas de Agua y Saneamiento en América Latina y el Caribe”, que auspicia desde hoy en el país el Banco Mundial, a través del Programa de Agua y Saneamiento, con el Instituto Nacional de Aguas Potables y Alcantarillados (INAPA) como anfitrión.

Resalta esfuerzo.  En su discurso de bienvenida, el director de INAPA, Mariano Germán,  resaltó el esfuerzo de las autoridades, en colaboración con organismos internacionales, por construir una nueva ruta que conduzca a considerar la higiene como parte fundamental de las políticas públicas del sector  agua y saneamiento en el país y toda la región.

Germán dijo que hasta ahora se ha tenido la equivocada apreciación de que las prestadoras de servicios de agua potable y saneamiento sólo deben cumplir con la misión de llevar agua potable en cantidad y calidad al interior de las viviendas, mantener los sistemas construidos, comercializar los servicios y, a veces, promocionar el consumo racional. Pero los tiempos han cambiado, dijo, y la experiencia demuestra que “el suministro de agua potable y saneamiento adecuado desvinculados de la higiene no son suficientes para garantizar todos los impactos positivos asociados a esos servicios”.

Recordó que hoy por hoy, “la higiene personal, el saneamiento  y el agua potable son  inseparables.