Higüey.-
El Obispado de Higüey y el Banco Popular Dominicano realizaron el pasado viernes 15 de enero su tradicional Concierto Altagraciano en la Basílica de Nuestra Señora de La Altagracia el que contó con la ejecución musical de la Orquesta Sinfónica Nacional, dirigida por el maestro José Antonio Molina y la destacada violista internacional Zvezdana Radojkovic.
En la décimo octava edición de esta gala musical, la entidad financiera reiteró que con esta actividad busca proyectar la identidad cultural del pueblo dominicano, preservado sus profundas raíces cristianas y promover, a través de la música, el espíritu de paz, armonía y fe.

Este concierto contribuye igualmente con la extensión y afianzamiento del primer culto mariano de América y la devoción a la Virgen María, dentro de los actos previstos por el Obispado de Higüey y la Comisión de Remozamiento y Mantenimiento de la Basílica y el Museo de La Altagracia.

Wagner, Satie y Dvorrák. El programa musical agotó afamadas piezas de autores de la talla de Richard Wagner, con su obra Obertura de la ópera Tannhauser WWV 70; del compositor y pianista francés Erik Satie, con sus danzas Gymnopedies No.1 y No. 2, y del compositor checo posromántico Antonín Dvorák, con su sinfonía No. 7, Opus 70 en re menor y la interpretación de sus cuatro movimientos.

Como artista destacada, la basílica recibió a la violista de origen yugoslavo Zvezdana Radojkovic, aclamada por la crítica internacional por su destreza y capacidad ejecutoria en un amplio espectro de estilos. Egresada del Conservatorio Nacional de Música de Belgrado, su ciudad natal, y con estudios superiores en la Facultad de Música de la Universidad de Arte de Belgrado, reside en República Dominicana desde 1985, cuando ingresó a la Orquesta Sinfónica Nacional.

Encuentro con clientes y relacionados. Momentos previos a la velada musical, clientes y relacionados de la institución financiera compartieron un acto en el que monseñor Gregorio Nicanor Peña, obispo de la Diócesis de La Altagracia, agradeció el continuo apoyo y la inversión social que el Banco Popular y la Fundación Popular dedican a la promoción del culto altagraciano y, en general, al arte y la cultura dominicanos.
También hizo uso de la palabra Manuel A. Grullón, presidente del Banco Popular Dominicano y del Grupo Popular, quien reafirmó el compromiso de esa entidad de ser un catalizador de desarrollo económico y social para el país, al indicar que “las iniciativas de negocios van de la mano con nuestro compromiso de ciudadanía corporativa, porque estamos convencidos de que se pueden generar profundos cambios desde la empresa, creando valor compartido y un mejor país, en el que alcancemos un equilibrio de intereses con todos los actores de la vida en sociedad”.