Bancos aumentan sus posesiones de oro a ritmo intenso

Bancos aumentan sus posesiones de oro a ritmo intenso

Los bancos centrales están incrementando sus posesiones de oro a un ritmo intenso.
Esto así porque en el tercer trimestre de 2018, las instituciones monetarias se hicieron con más de 148 toneladas de oro (en términos netos) frente a las 98 toneladas del trimestre anterior.

Según World Gold Council (WGC), que es la organización que maneja y publica periódicamente las transacciones del oro, esto supone un incremento del 22% respecto al mismo trimestre del año anterior. Con la onza de oro en 1.230 dólares, esta compra supone un desembolso de alrededor de 6.000 millones de dólares.
El WGC sentencia en el informe trimestral que ha sido el mayor nivel de compras netas de oro por parte de los bancos centrales desde el cuarto trimestre de 2015, cuando se adquirieron 168,8 toneladas de oro.
Los bancos centrales de Rusia, Turquía y Kazajistán fueron los más activos en la compra de oro. Dentro de la Unión Europea fueron el banco central de Polonia y de Hungría los que más incrementaron sus posesiones de oro. Por el lado de las ventas netas sólo se puede confirmar las del Banco Nacional Checo que se deshizo de 0,5 toneladas de oro y las del Bundesbank alemán, que vendió 0,2 toneladas de oro. Otro dato destacable es el incremento de las compras de lingotes y monedas de oro por parte de inversores, que han tocado en el tercer trimestre de 2018, que han tocado máximos desde el primer trimestre de 2017 con adquisiciones de 298,1 toneladas.

En términos agregados (inversores, bancos centrales, joyería…) la demanda de oro en el tercer trimestre fue de 964,3 toneladas, 6,2 toneladas más que en el mismo periodo del año anterior.

En lo que respecta a los últimos movimientos del oro (más allá del tercer trimestre publicado por el WGC, Adrian Ash, director de investigación de BullionVault, explica que «hemos experimentado la mayor demanda neta de oro durante una subida de precio del metal desde que Trump asumió la presidencia de Estados Unidos en enero de 2017, y el mayor crecimiento del propio precio desde el referéndum del Brexit en junio de 2016».

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