La Superintendencia de Bancos de la República Dominicana informó que ha aplicado las Pruebas de Estrés al Sistema Bancario Dominicano y que los resultados muestran que ante un escenario macroeconómico adverso, el sector mantendría un índice de solvencia superior al 10% establecido en la Ley Monetaria y Financiera No.183-02, y ningún banco requeriría capital adicional para alcanzar el nivel mínimo exigido.
Las Pruebas de Estrés son una medida de la exposición al riesgo de un grupo de instituciones financieras a un escenario macro o micro financiero particular, ya sea histórico o hipotético.
Las Pruebas de Estrés se realizaron para los 12 Bancos Múltiples vigentes a Marzo del 2010, los cuales tienen una participación de 81.3% en los activos totales del Sistema Financiero.
Ante un escenario macroeconómico adverso utilizado, se determinó que la rentabilidad del capital promedio (ROE) del sector disminuiría de 34.1% en marzo a 20.3% en diciembre del 2010, debido a que la mayoría de los bancos registrarían una significativa disminución de sus utilidades, alcanzando siete (7) entidades rentabilidades del capital negativas. Con respecto al nivel de eficiencia, el indicador Cost/Income se situaría en 86.2%, lo que significaría que de cada peso generado le costaría al sector RD$0.86 centavos producirlo.
En materia de riesgos, los resultados muestran en niveles bajos los riesgos de liquidez y mercado, aunque a nivel individual se observan entidades con exposiciones por encima del promedio del sector. Asimismo, se observa que el riesgo de mayor impacto es el de crédito, principalmente el asociado a la cartera de crédito comercial. No obstante, los resultados revelan que el sector bancario tiene la capacidad de resistir y enfrentar las exposiciones derivadas del escenario macroeconómico adverso planteado.
Los resultados muestran el sistema bancario dominicano mantendría un ratio de solvencia de 17.2%, por encima del 10% límite establecido en la Ley Monetaria y Financiera No.183-02, reflejando que cada uno de los bancos tienen suficiente capital para absorber choques económicos adversos, sin poner en riesgo la estabilidad.