Bancos estadounidenses viven mal momento

Bancos estadounidenses viven mal momento

Nueva York. Goldman Sachs anunció hoy que su beneficio neto en el último trimestre de 2014 bajó un 7 % con respecto al año anterior, confirmando el mal momento por el que pasan los grandes bancos estadounidenses, que publicaron sus resultados esta semana.   A pesar de que en el conjunto del año el banco ganó un 5 % más que en 2013, la tendencia de los últimos meses fue negativa.

Entre octubre y diciembre, la entidad ganó 2.166 millones de dólares, frente a los 2.332 del mismo periodo del año anterior, con una facturación de 7.688 millones de dólares, un 12 % menos.

Todas las grandes ramas de negocio de Goldman Sachs retrocedieron, encabezadas por la división que se ocupa de la compraventa de bonos, divisas y materias primas, que vio su beneficio reducirse un 29 %, mientras que la de banca de inversión lo hizo un 16 %.   Los resultados trimestrales superaron por poco las expectativas de los analistas, pero aún así fueron recibidos con frialdad por los inversores y las acciones del banco bajaban más de un 1 % dos horas después de la apertura de Wall Street.

Las cuentas de Goldman Sachs -que con JPMorgan son los únicos bancos que cotizan en el Dow Jones- cerraron una semana en la que todas las grandes entidades financieras de Estados Unidos presentaron sus resultados trimestrales.   La principal conclusión de esas cifras es que el sector pasa por un momento especialmente complicado debido a una conjunción de factores, entre ellos, la gran volatilidad que han mostrado los mercados en los últimos meses.

Aunque habitualmente las entidades financieras salen beneficiadas cuando la bolsa se mueve, en esta ocasión los analistas creen que los cambios han sido demasiado fuertes y no les han permitido adaptarse a tiempo.

Según el consejero delegado de Citigroup, Michael Corbat, esos giros bruscos en los mercados han sido “el gran desafío” al que se han enfrentado los bancos en los últimos tiempos.

Su entidad, por ejemplo, anunció el jueves que al cierre del año su beneficio fue de 7.313 millones de dólares, un 47 % menos que en 2013, con un último trimestre especialmente decepcionante.   Mientras, JPMorgan Chase, el mayor banco del país en número de activos, terminó 2014 con un beneficio neto de 21.762 millones de dólares, un 21 % más que un año antes, pero entre octubre y diciembre ganó un 7 % menos.

Bank of America registró por su parte un beneficio neto de 4.833 millones de dólares en 2014, un 57,7 % menos que el ejercicio anterior, golpeado por las multimillonarias multas a las que tuvo que hacer frente en el último trimestre.

Porque si la situación de los mercados no ayudó a las entidades financieras, los costos legales que tuvieron que asumir tuvieron también un impacto fundamental en sus cuentas.   Tanto, que el consejero delegado de JPMorgan Chase, Jamie Dimon, denunció el miércoles que el banco está siendo “asaltado” por los reguladores.

Según Dimon, cuya entidad anotó una carga extraordinaria de 1.000 millones de dólares de costos legales en el último trimestre de 2014, hay hasta cinco o seis organismos reguladores que “persiguen» a las entidades financieras por diferentes asuntos.

JPMorgan fue acusado por los reguladores federales junto a otros bancos por manipular el mercado de divisas y en noviembre pasado fue sancionado por la Comisión de Negociación de Futuros de Materias Primas (CFTC) con una multa de 310 millones de dólares.

Un mes antes, la Comisión Europea (CE) le impuso otra multa de 61,67 millones de euros por influir en el tipo de interés Libor sobre el franco suizo, y junto a otras sanciones en el Reino Unido se estima que ha tenido que pagar unos 1.000 millones.   Citigroup, mientras tanto, tuvo que asumir en 2014 indemnizaciones de más de 7.000 millones de dólares por sus prácticas hipotecarias irregulares y por el fraude en su subsidiaria mexicana Banamex.

Bank of America, tras meses de negociaciones con el Departamento de Justicia, cerró un acuerdo para pagar 16.500 millones de dólares por su rol en la comercialización de activos financieros respaldados con hipotecas basuras en los meses previos al estallido de la crisis. EFE

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