Por M. ARISTY CAPITAN
A pesar de que el uso de las computadoras se masifica y es normal que la gente tenga conexión de Internet en sus casas, muchas personas aún no terminan de entender qué es aquello de la tecnología de banda ancha.
Es por eso que, cuando hay un almuerzo en el que se escucha hablar intensamente de indicadores de conectividad, de cuentas de dial-up, de densidad o penetración del Internet, a cualquiera le asalte la curiosidad: ¿existe una tecnología de banda estrecha?
Para responder esta inquietud, que traía de cabeza al director de El Nacional, Radhamés Gómez Pepín, el presidente del Centro de Conectividad del Caribe (NAP), Alvaro Nadal, explicó que cuando una persona accede al Internet utilizando una línea telefónica convencional, es decir marcando un número de teléfono a través del cual se conecta, está utilizando una banda relativamente estrecha.
Esto implica, precisó el ingeniero Nadal, que tenga cierta lentitud para bajar los datos y que no tenga una calidad tan alta como la que tendría a través de una conexión de banda ancha. A esto es que se le conoce como línea de abonado digital ó DSL por sus siglas en inglés (Digital Subscriber Line).
Tras apuntar que este sistema de transmisión de datos permite facilitar el acceso a la información, habló acerca del NAP del Caribe y explicó que será algo así como un gran mall en el que se reunirá toda la más avanzada tecnología a nivel mundial término de conectividad.
La idea es que ahí se hagan presentes todas las empresas de telecomunicaciones pero también todos los posibles usuarios de telecomunicaciones. Ahí van a estar presentes los bancos, los proveedores de Internet, compañías de seguros eso va a ser como una especie de centro comercial donde van a estar presentes todas las empresas de telecomunicaciones vendiendo sus servicios, dijo Nadal al tiempo de anunciar que esto estará listo en el segundo trimestre del año próximo.
Si la propuesta de este centro suena interesante, la promesa de lo que sucederá gracias a él es todavía más increíble: el mundo dejará de ser lo que era y se convertirá en una superficie plana.
Eso nos coloca a una distancia cero del mundo facilitando la conectividad del país y de una forma instantánea. Entonces vamos a poder recurrir a la frase famosa esta de que la tierra sigue siendo redonda pero el mundo se volvió plano gracias a la conectividad que nos va a permitir a nosotros tener al NAP del Caribe como red.
No menos importante fue para algunos que el presidente del Instituto Dominicano de las Telecomunicaciones, José Rafael Vargas, dijera que en el país aparecen computadoras hasta a menos de RD$40 mil y que están intentando negociar que Canadá les venda portátiles de US$128.
¿La preocupación? No faltó el ambientalista que se quejara de que posiblemente esas baratijas procedan de los cementerios digitales del primer mundo y, por tanto, se trate de una dudosa contribución que hará más daño que beneficio: contaminará.
Dejando de lado las especulaciones, el punto cumbre llegó cuando Vargas hablaba de los grandes avances que se han alcanzado en materia de transparencia y gobierno electrónico.
Fue entonces cuando los ánimos se encendieron. Y todo porque a Vargas se le ocurrió decir que el mejor ejemplo de que el presidente Leonel Fernández ha instruido a los funcionarios a garantizar la transparencia pública es la promulgación de la Ley de Libre Acceso a la Información Pública.
Tras advertirle que no hable de ese tema porque se hunde, hubo quienes le recordaron a Vargas que la ley no se cumple y que cuando alguien solicita información no consigue más que un buen mareo. ¿Reacción? Un justo cambio de tema para responder una nueva pregunta y afirmar que ellos sí publican todos sus movimientos financieros. Sólo resta que los demás también lo hagan.