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Santiago. Dos bandas juveniles compuestas por estudiantes presuntamente ligados al narcotráfico mantienen en zozobra la escuela de educación básica y media Herminia Pérez viuda Pimentel, ubicada en el sector Pekín, en la zona sur de esta ciudad, denunciaron residentes que pidieron no ser de identificadas.
Según los informantes, los alumnos que integran los grupos conocidos como «Los Jigas y «Los Trinitarios» pertenecen a este plantel educativo, agreden física y verbalmente a los profesores y en ocasiones hasta los amenazan de muerte.
Los integrantes de las bandas son, en su mayoría, menores de entre 12 y 17 años de edad, que cursan el sexto y octavo grado.
«A estos menores los utilizan como distribuidores de drogas o «mulas» en el centro escolar, irrespetando y amenazando a la dirección, a los profesores y sus propios compañeros de clases», manifestaron los declarantes.
Se quejaron de que estas bandas juveniles operan sin control en el centro educativo, a pesar de que a menos de 30 metros hay un destacamento de Policía y agentes del programa Barrio Seguro vigilando la zona.
Explicaron los denunciantes que esos estudiantes, además de los tóxicos, con frecuencia introducen a la escuela armas blancas y protagonizan peleas que convierten en un caos la escuela, provocando en ocasiones que las clases sean suspendidas.
Llamaron a la secretaría de Educación y la Policía Nacional para presten atención a los acontecimientos de violencia y desorden que suceden en este plantel educativo.
La escuela Herminia Pérez viuda Pimentel tiene una matrícula de más de 3 mil estudiantes en sus tres tandas.
Miembros de la comunidad también han cuestionado la conducta de algunos de sus profesores, aunque aseguran que la dirección de la escuela ha tomado acción trasladándolos a otros planteles o amonestándolos.
La dirección de la escuela Herminia Pérez viuda Pimentel y los profesores se muestran impotente ante el caos que causan los jovencitos que componen esas bandas.
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Dejadez policial
Aunque funciona un departamento policial próximo a la escuela, los agentes se muestran indiferentes ante las denuncias de bandas en este plantel y las peleas que ellos mismos han visto producirse en ese lugar.
Falta seguridad
Los padres de los estudiantes abogaron porque la secretaría de Educación dote a este centro educativo de una vigilancia policial permanente para evitar que continúe el desorden.
