BUDAPEST. Antonio Banderas se somete a cinco horas de maquillaje para encarnar a Pablo Picasso en una esperada serie que se estrenará en abril, pero el mayor desafío es desentrañar la complejidad del genio español, explica el actor, consciente de que la acogida no será unánime.
En unos estudios de Budapest, donde rueda la serie televisada «Genius Picasso» de la cadena National Geographic, Banderas confiesa a la AFP sentir una «inmensa responsabilidad» al interpretar a uno de los mayores pintores del siglo XX y a la vez a un héroe de su infancia, oriundo como él de la ciudad andaluza de Málaga.
El actor, de 57 años, afirma haber «crecido a la sombra» de esta «imponente figura». «Cuando iba al colegio de la mano de mi madre cada mañana, cruzábamos la plaza de la Merced», donde se halla la casa natal de Picasso (1881-1973), recuerda Banderas, expresándose en inglés. «Sé muy bien que me mirarán con lupa y que no escaparé a las críticas», afirma, riendo.
«Tal y como lo sabía Picasso cuando pintó ‘Las señoritas de Aviñón‘, que algunos tendrían ganas de matarlo porque no convenía en su época», añade, en alusión a la célebre obra expuesta en el Moma de Nueva York. En la serie de diez episodios, cuya salida en varios países, entre ellos Estados Unidos, está programada a partir del 24 de abril, Banderas encarna a Picasso en su etapa adulta hasta su muerte.
Tras las cinco horas pasadas para transformar su rostro, Banderas se enfrenta al reto de «aprender a utilizar la máscara, adoptar esas cejas, esa nariz».
Pero la exactitud del parecido «no es el mayor desafío», puesto que «el objetivo no es reproducir un museo de cera», asegura el actor, subrayando que una de las bazas de la cadena National Geographic es su precisión histórica.