Baní, polo turístico y avenida «6 de Noviembre»

Baní, polo turístico y avenida «6 de Noviembre»

POR FABIO F. HERRERA
Quizás se piense que esto que escribo es algo bizantino en cuanto a la oportunidad porque se trata de una crítica a la decisión administrativa que dispone que sea por la zona sur de la ciudad de Baní que se haga la venida de circunvalación que unirá con la carretera Sánchez, el tramo San Cristóbal-Baní a través de la monumental avenida «6 de Noviembre».

Hasta ahora se pensaba y era lo más conveniente en muchos aspectos, que la avenida de circunvalación fuese trazada por la zona norte de la ciudad, por donde el crecimiento urbano lo detuvo el Arroyo Güera. Por ese motivo, de orden geográfico y panorámico, la ciudad ha iniciado, vigorosamente, su crecimiento hacia el sur hasta las orillas del mar Caribe.

Se han levantado barrios residenciales, cuyas construcciones no le van en zaga, en costo y belleza, a las de los más encumbrados barrios de Santo Domingo, Santiago o Casa de Campo.

Por las calles del centro de Baní pasa todo el tránsito vehicular, tanto el que va hacia el sur de nuestro país, como a Puerto Príncipe, Haití, así como el que viene de allá. Esta situación convierte a la carretera Sánchez en un estrecho callejón, muy peligroso. Por la vía transitan grandes camiones cargados de combustibles y asusta pensar lo que ocurriría si alguno de ellos sufriera un accidente en una calle del centro de la ciudad.

Hay que tener en cuenta además que en la zona sur de Baní hay comunidades que forman núcleos urbanos homogéneos, tales como Boca Canasta, El Llano, Sombrero, El Cañafistol, en donde hay institutos escolares de muy alto nivel como el «Máximo Gómez», un santuario a San Martín de Porres, el asiento y residencia del obispo de Baní, hay instalaciones agroindustriales, todo esto será perturbado por la irrupción de un colosal tránsito de vehículos que puede manejarse por otro lado sin perjuicio de la longitud de la autopista.

Además, y sobre esto sí que hay que tener mucho cuidado, como lo es la manipulación que habría que hacer en el lecho del río Baní, para hacer las obras para acomodar el puente. Un manejo inadecuado podría dar lugar a una barrida de aguas como ha sucedido en Jimaní recientemente.

En contraste con lo que podría ocurrir en la zona sur, la avenida de circunvalación de Baní, siguiendo el cauce del Arroyo Güera y otros indicativos naturales, no perjudicaría barrios residenciales ni núcleos urbanos definidos. La zona es muy deprimida económicamente, pero tiene recursos que yacen dormidos.

La vía de circunvalación trazada por el norte sacaría a la luz recursos turísticos como las montañas de El Recodo y muy especialmente la loma El Manaclar, que a unos 25 minutos de Baní, es una especie de mirador que ofrece al viajero una vista panorámica de todo el valle de Peravia hasta las costas del mar Caribe. Observarían a la izquierda el movimiento vehicular de la avenida 30 de Mayo y sus nuevos elevados, el movimiento de buques en el puerto de Haina, los cañaverales del ingenio Caei, que en invierno parecen un campo nevado. También se observarían las playas de Nizao, Paya, Baní, Matanzas hasta las Salinas de Puerto Hermoso, todo esto se observaría desde la loma de El Manaclar, que forma parte del acervo que tiene Baní para presentarse como «polo turístico».

Además de lo mencionado, están los ríos, Salinas de Puerto Hermoso, las dunas de Matanzas, y sobre todo están las gentes de Baní, quienes, con su activismo económico, se asimilan adonde el destino le lleva y fascinan a los seres humanos que de otras regiones, llegan a convivir al valle de Peravia. Por eso el valle de Peravia es asiento de una rica cultura taína, hispano-afro-dominicana, que se expresa en manifestaciones religiosas, costumbres, música y arte culinario. Para atraer turistas, ¿qué mejor que alojarlos en una casa de familia banileja?

Esto es muy usual en algunos países europeos y asiáticos. Con mi familia me hospedé una vez en Salisbury, en la residencia de una baronesa, familia de los Habsburgo. En otra ocasión, en Baal-Bek, en la frontera sirio-libanesa, tuvimos la interesante experiencia de hospedarnos en la casa de una familia musulmana, en Estambul, la histórica ciudad de Constantinopla, fuimos invitados de una familia sefardita.

En Baní hay residencias que pueden dar digno alojamiento a familias, no numerosas, de turistas, a cambio de una grata relación y divisas que llegarían a manos del dueño sin carga fiscal alguna, que no sea su contribución para propaganda de las organizaciones turísticas.

Voy a concluir este artículo, que comencé lleno de pesimismo por la insólita situación que pone en peligro nuestra identidad y soberanía nacional. No queremos que se diga de nuestro país lo que injustamente acaba de afirmar un diplomático chileno acerca de que «Haití es un pueblo en extinción».

No lo creo.

A medida que escribía, mi optimismo iba permeando en este artículo, y lo prueba lo dicho sobre «Baní; polo turístico».

Sobre esto falta por decir mucho.

Corbanitos, algo de belleza impresionante, y el entorno de Matanzas, Sabana Buey, Villa Fundación y Palmar de Ocoa, que será en próximos estudios que se hable sobre la posibilidad de unir, mediante un ferry-boat, que cruce la boca de la Bahía de Ocoa hasta el aeropuerto «María Montés» y Punta Salinas. Recuerdo que en el anterior mandato el actual presidente doctor Leonel Fernández me dijo que iba a disponer la continuación del Estado de la autopista «6 de Noviembre» hasta Baní. No pudo hacerlo. Ahora, en el postulado de la continuidad del Estado le tocará continuar e inaugurar el trabajo. Acogiéndome al postulado de la continuidad de la amistad, le pido al presidente Fernández que ordene un nuevo estudio sobre la viabilidad de la ruta norte para trazar la vía de circunvalación de la ciudad de Baní, para unir la autopista «6 de Noviembre» con la carretera Sánchez.

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