Baní rumbo al ducentésimo quincuagésimo aniversario

Baní rumbo al ducentésimo quincuagésimo aniversario

Los banilejos celebraremos mañana el 249 aniversario de la fundación de la ciudad, ocasión en que los moradores  del Valle de Peravia consignaron, en un documento, su posesión de los terrenos que sería asiento de una próspera villa y de gran influencia en la historia dominicana.

 Sin embargo, el próximo año está señalado por el ducentésimo  quincuagésimo aniversario de su fundación (250 años),  ocasión que se aprovechará para llevar a cabo una serie de actividades y festejos que pongan en alto el espíritu de la raza banileja, de tanto renombre en el país  y allende los mares.

 Las generaciones que han bebido de las aguas del valle, tanto subterráneas como las que le llegaban del río Baní y del Arroyo Güera, se han impregnado del espíritu que flota en el ambiente. Esa mezcla de genes han dado lugar a valiosos y sobresalientes seres humanos que han dejado su sello indeleble en los acontecimientos, que de una manera u otra, han conformado el desarrollo del país.

 Para ese 250 aniversario de la fundación de Baní, el Ayuntamiento de la ciudad ha comenzado los preparativos  al conformar una  comisión integrada por reconocidos ciudadanos banilejos,  que se encargarán de  darle forma a los festejos  y actividades, que con tanto entusiasmo va a emprender el alcalde municipal,  Don Chacho Landestoy, de forma que el esplendor  y realce de los acontecimientos queden grabados en las mentes  de las generaciones  que disfrutarán del evento.

 El valle de Peravia ha recibido y albergado en su territorialidad un conglomerado de seres humanos, que en aquel 1764 tenían muchos lazos comunes recibidos de sus orígenes hispánicos, que en su vocación agrícola fueron dándole forma a una agricultura que es modelo en este siglo XXI, de mucho tesón y creatividad, aparte que reciben  el beneficio de las aguas del río Nizao por medio del canal Marco A. Cabral.

 Pero no obstante esa torrente de agua del Nizao, que inicialmente comenzó a llegar  antes de 1930 y luego se fue mejorando y ampliando durante la dictadura de Trujillo,   hasta que el doctor Balaguer  construyó la presa de Valdesia en 1975, hizo florecer el valle y llenó de esperanzas a una raza que muchas veces veía perder sus esfuerzos en sus siembras por falta de agua, ya que hasta los pozos se agotaban.

Las regolas, que trajo el español Juan Caballero desde San Miguel de la Atalaya, que ahora queda en Haití, trazadas según las curvas de nivel de los terrenos, llevó el agua del arroyo Güera y del río Baní hasta los predios al sur y oeste de la población, que recibían suficiente agua para preñar la tierra y sacarle las cosechas de los alimentos que demandaban los habitantes de entonces.

Ahora, con las cercanías del 250 aniversario de la fundación, se nos presenta una oportunidad para agradecer a nuestros ante pasados, que con coraje y decisión, supieron rescatar una tierra árida para darle carácter  a una raza, que por todas partes del planeta, han mostrado sus cualidades de laboriosidad, intelectualidad y habilidades artísticas y deportivas.

El entorno cósmico que arropa al valle de Peravia ha aportado valiosos personajes de las letras, que por años han llevado sus inquietudes más allá del confín de su valle,  constituyendo valores de gran trascendencia de la cultura universal. Heredia, los Cabral, los Billini, los Herrera, Valera, Inchaústegui, Báez, Díaz, Germán, Mota, Contín, Peña, Objío, Lara, Soto, Miniño, Velázquez  y otros son ejemplos de cómo un ambiente natural influye en la herencia genética de muchos banilejos.

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