Baní, un tesoro  enclavado en el Sur 

 Baní, un tesoro  enclavado en el Sur 

Lily Luciano
Peravia, Baní.Una confluencia de mariposas de colores en el camino, el inconfundible aroma a mango mezclado con el repentino apetito de comer dulce de leche, anuncian que en pocos minutos llegaremos al pueblo de la  gente “buena y trabajadora”, Baní.

Desde que se llega a Baní se siente el movimiento económico,  se percibe en cada lugareño el amor por su territorio, que  se refleja en la limpieza de  sus calles,  parques  y   plazas históricas.

Sin duda, es una  provincia  cálida, gracias a la diversidad geográfica que se evidencia en sus bellas playas,  su rica flora y el contraste formado por  su bosque seco y la zona más húmeda en que confluyen los ríos y su  verdor.

No hay que vivir en Baní para percibir la gallardía  que llevan los banilejos  en sus entrañas, probablemente heredada del valiente general y prócer de la revolución cubana Máximo Gómez, quien nació en el centro de esta provincia sureña.

En la casa donde nació  este héroe se levantó  una plaza en su honor formada por un busto, la bandera nacional y cubana, varios bancos,  el único horcón que se conserva de la humilde casa del revolucionario y el chirrido de varios  grillos que parecen dar la bienvenida a los visitantes.

El parque Duarte, de profuso verdor, es el punto de convergencia de muchos banilejos, incluyendo los jóvenes estudiantes que terminan su faena educativa diaria haciendo una “parada técnica” en el referido parque. Sentarse cinco minutos en ese  vergel es reencontrarse con los valores cívicos que debe reunir cada ciudadano:  allí se  ve  a los adolescentes compartir un helado o un refresco   y ocuparse de llevar la basura al zafacón.

Aunque en la ciudad de Baní se observa un dinamismo económico y de desarrollo ascendente, aún se mantiene esa esencia de pueblo, ya que se conservan aquellas construcciones de casas de madera pintadas con alegres colores.

Radhames Villar, relacionador público del ayuntamiento de Baní, señaló que esa provincia tiene varias cualidades que hacen que valga la pena  visitarla.

Un pueblo creyente.   Los banilejos son devotos de  Nuestra Señora Regla, muestran mucha fe y devoción por su santa patrona. Las patronales en honor a esta Virgen se celebran del 11 al 21 de noviembre.

Las claves

1. Se dice del banilejo.

 Los banilejos se destacan por establecer colmados y bodegas, también son conocidos como “siembra hielo”, alegadamente porque en los inicios de su sociedad compraban el hielo y lo guardaban bajo la tierra tapado con paja de arroz.

2.  Herencia taína 

Baní tomó su nombre de un cacique llamado Paní, que en lenguaje taíno significa “abundancia de agua”.

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Mangos y  dulce

 De camino a Baní se ven las  latas de mangos que forman un arco iris   bicolor de la fruta en tonos rojos y amarillos. Del 16 al 20 de junio Baní celebra la feria nacional del mango. En Paya  el  panorama cambia, pues allí el olor y el sabor es a dulce de leche y frutas.

Las frases

Radhamés Villar

El banilejo se conoce por dos cosas: desde que se  levanta barre el frente de su casa y porque   pinta su casa  dos veces al año”.

Rudy Franjul

Me siento orgulloso de ser de Baní. El banilejo no olvida su tierra   aunque se vaya lejos. Duré 29 años fuera, vine a morir aquí”

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