Próximo a cumplir 67 años de su construcción, el 17 de diciembre, está en la palestra nacional el estado vergonzoso en que se encuentra la infraestructura del Puente Juan Pablo Duarte, tras haberse “remozado” el mismo hace semanas.
Bajo la dirección, supervisión, contratación y responsabilidad del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) se proyectó la realización a 60 días, con altas y positivas expectativas de finalizar antes, sin embargo, se retrasó concluyendo en 94 días, del 15 de julio al 02 de noviembre, situación, que de primera instancia era compleja para el tránsito, el retraso agudizó aún más el tormento, es decir “el tapón” acompañado de molestias de los transeúntes.
Imagine usted el caos, esta vía según el informe Volúmenes de Tráfico Vehicular y de Personas en Puentes realizado por la Alcaldía del Distrito Nacional, era el camino que en 2014 recorrían 114,909 vehículos diariamente para salir de la ciudad a una de las demarcaciones más pobladas, Santo Domingo Este, desde entonces el parque vehicular creció en casi 2 millones de vehículos.
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Pero el problema no está ahí, lo grave es que a menos de dos semanas de la puesta en funcionamiento por parte del ministro Ascención, quien agradeció a la ciudadanía por la espera, y afirmó que el tiempo valió la pena, sorpresivamente, lo realizado ya está deteriorado, con una ejecución comparable al trabajo de un aprendiz de albañilería, sin instrucción alguna.
Después de 94 días de padecer las inclemencias de un tapón comparable con el que pronostican para el armagedón, para la colocación de nuevas juntas expansivas, en dos carriles, a una estructura que tiene 647 metros de longitud por 33.5 metros de ancho, recapeo de la carpeta asfáltica, señalización y mantenimiento de sus barandas (datos aportados en la rueda de prensa del 02 de noviembre del MOPC), a simple vista parecería que el gasto estimado de 62 millones de pesos fue destinado a “baño de gato” en áreas puntuales, por ende, arrojados a la basura.
Hoy vemos que nuevamente el MOPC anuncia que procederá con el cierre del Puente para la reparación, en buen dominicano “a remendar el toyo”, a la velocidad de la luz, en 20 horas, ¡Éxito garantizado!.
Ante el evidente fracaso del MOPC, ¿Quién supervisará al fallido supervisor?, ministro, recuerde que más allá del dinero perdido está el gran intangible de la sociedad, el tiempo. Eficientizar el gasto, no es gastar menos, es invertir con calidad.
“La mejor manera de ahorrar dinero es no perderlo”
Les Williams.