Prevenir. Las sales de baño aportan minerales y sustancias que mejoran y revitalizan tu piel, además de propiciar el relax, serenar tu mente, equilibrar tus emociones, prepararte para disfrutar del más reparador de los veranos y dormir a pierna suelta sobre todo si has practicado ejercicio a última hora de la tarde.
El ritual del baño. Sigue estos pasos para disfrutar al máximo de las propiedades benéficas de las sales:
1. Busca un momento tranquilo, solo para ti: sin los ajetreos ni las preocupaciones de la vida cotidiana. Deja todo en un baúl y dedícate un tiempo propio.
2. Unas velas, unas flores, unas toallas blancas mullidas, tú música suave favorita y una tisana relajante te ayudarán a crear el ambiente para disfrutar al máximo.
3. El agua, a 37 ºC como máximo. Así relajarás el cuerpo y serenarás la mente. El calor ayudará a potenciar el aroma de las sales minerales, que debes inhalar profundamente para beneficiarte de sus numerosas propiedades.
4. Termina el tratamiento dándote un suave masaje por todo el cuerpo e insistiendo en los hombros y el plexo solar (red de nervios en la zona lumbar). Las sales elaboradas a base de menta, pino o lavanda mejoran la salud de la piel.