Para llegar a la Presidencia de los Estados Unidos, Barack Obama tuvo que buscar el votos de todos, incluyendo de los deportistas y demostrar que tenía conocimiento del deporte.
Obama se tiró al ruedo y jugó golf, practicó basket, boliche, lanzó primera bola en Chicago y compartió con grandes celebridades del deporte. El presidente 44 de Estados Unidos, fue en sus años mozos, jugador baloncesto y en la campaña comprendió la importancia del «voto deportista» y no perdió tiempo en ir detrás de ellos.
«Les doy las gracias a los atletas, pues tienen la habilidad de alcanzar un público no necesariamente asiduo al debate político», dijo en una ocasión Barack.
Con un 76% de jugadores negros, la NBA fue un bastión eminentemente favorable a Obama. También la directiva de la liga aportó 24.360 dólares al hoy presidente demócrata en la campaña. Medios de prensa dijeron que el astro LeBron James recolectó 20.000 dólares para la campaña del demócrata.
Figuras del deporte como Abdul-Jabbar, Michael Jordan, el golfista Tiger Woods, le dieron su apoyo.
Comentó que si llegaba al poder ayudaría a Chicago a buscar la sede de las Olimpiadas del 2016. Ya llegó.