Con sus 19 votos electorales, Pensilvania es el estado que más peso tiene entre los que pueden hacer oscilar las elecciones. Por eso los demócratas han elegido Pittsburgh, cuna del acero estadounidense, y a Barack Obama, uno de sus mejores activos, para defender la candidatura de Kamala Harris.
En esta carrera tan reñida, también intentan disuadir a los votantes para que no se dejen tentar por el bando contrario.
“Lo que no puedo entender es por qué alguien podría pensar que Donald Trump podría hacer que las cosas sucedieran de una manera que fuera buena para ustedes en Pensilvania. Porque no hay absolutamente ninguna prueba de que este hombre piense en nadie más que en sí mismo -dice el 44º presidente de Estados Unidos-. Lo único que le importa es su ego, su dinero y su estatus. No piensa en ti”, aseguró.
Trump, candidato republicano a la Casa Blanca, solo ve el poder «como un medio para un fin» y quiere que la clase media «pague el precio de otro enorme recorte de impuestos que lo beneficiaría principalmente a él y a sus amigos» ricos, soltó.
«Dice que tiene conceptos de un plan» para el país mientras que Harris «tiene un plan real», afirmó Obama.
Si le piden que elabore el concepto «su única respuesta es culpar a los migrantes«, reprochó al magnate, quien amenaza con una deportación masiva si gana los comicios el 5 de noviembre.
Entonces «¿por qué el número de migrantes era básicamente el mismo cuando usted dejó el cargo que cuando asumió?», se preguntó Obama.
El líder demócrata de 63 años reconoció que las elecciones «van a ser reñidas».
Los dos candidatos están bastante igualados en las encuestas e intentan ganar votos en los llamados estados bisagra o pendulares, aquellos que no se inclinan claramente por ningún partido.
Pensilvania, en el noreste del país, es uno de los más codiciados.
Tuits en mayúsculas
Ante un público entregado, Obama caricaturizó al expresidente republicano, quien llama a Harris «mentirosa» y «deficiente mental».
«Tienes los tuits en mayúsculas, los desvaríos y las diatribas sobre locas teorías conspirativas, los discursos de dos horas (…) como Fidel Castro«, afirmó.
Y lo ridiculizó por su empeño en vender cosas, Biblias incluidas. «Quiere que compres la Palabra de Dios, edición Donald Trump, que tiene su nombre junto a los de (los apóstoles) Mateo y Lucas», criticó Obama.
«Es una locura» añadió, e interrumpió a la muchedumbre que abucheaba a Trump para decirles: «No abucheen (…) voten».
Trump viajó por su parte a otro estado clave: Michigan (región de los Grandes Lagos), concretamente a Detroit, capital de la industria automotriz.
Los fabricantes extranjeros «nos envían sus coches, a la panda de tontos que somos (…) millones y millones y millones» pero «ahora van a tener que jugar con nuestras reglas», vociferó.
«Todo nuestro país acabará siendo como Detroit si ella es presidenta», dijo sin miramientos sobre la ciudad en la que se encontraba.
Harris asistió el jueves a un acto de campaña en Nevada (oeste) organizado por la cadena Univisión antes de viajar a Arizona para un mitin dirigido a los votantes latinos.
(Con informaciones de AFP)