¿Barack Obama o John McCain?

¿Barack Obama o John McCain?

El próximo 4 de Noviembre Estados Unidos elegirá un nuevo presidente de la república, el cual será Barak Obama, si la votación mayoritaria favorece a los demócratas, o John Mc Cain, si los republicanos logran convencer a Estados Unidos de la continuidad republicana en el poder.

Esta es quizá una de las campañas presidenciales más electrizantes de todos los tiempos, no sólo por la zozobra diaria con respecto al abismo financiero abierto por Wall Street, sino por todo lo que está en juego, junto a la permanencia, en salud, del sistema bancario estadounidense. Al otro lado de la valla económica, están también millones de pobladores que reclaman una revolución en el sistema de salud (piden que sea gratuita para todos) más atención a la educación, retorno a casa de los soldados hoy en guerra, alivio financiero para quienes diariamente pierden sus casas por imposibilidad de pago, mayor control a los bancos con respecto a los elevados intereses que cobran por tarjetas de crédito, y retorno a una política de pleno empleo, con atención prioritaria al problema migratorio protagonizado, particularmente, por América Latina.

El plan de rescate aprobado por el Congreso, no surtió efectos positivos en las economías de Estados Unidos y mundial. Por el contrario, los problemas se multiplicaron. En lo que va de año se han contabilizado millones de millones de dólares (trillones en inglés y billones en español). Por ello, la Junta de la Reserva Federal (banco central de Estados Unidos) anunció un plan adicional de invertir 900,000 millones de dólares en la compra de deudas comerciales de las empresas para ayudar a destrabar el flujo de créditos necesarios para el funcionamiento diario de los negocios, llegado incluso a tomar medidas de emergencia. Estas medidas han ido acompañadas por decisiones similares de reducir las tasas de interés en el Banco Central Europeo, así como de los bancos centrales de China, Canadá, Suecia y Suiza, y Japón.

Las elecciones.  De lo que no hay dudas es que la crisis económica en los Estados Unidos ha empequeñecido el relieve de la contienda electoral presidencial, a celebrarse el próximo 4 de noviembre. Al tratar de conocer la opinión de los candidatos acerca del futuro económico del país, ninguno de los dos aportó ideas nuevas, fuera de las manidas respuestas ofrecidas durante la campaña. John McCain se concentró en presentar a Barak Obama como un favorecedor de los gastos fiscales y de incrementar los impuestos y a él mismo como el idóneo para trabajar en un plano bipartidista.

Por su parte, Obama culpó a McCain de seguir las políticas de George W. Bush y de promover la desregulación y los déficits fiscales. Mientras John McCain se inclina por una política proteccionista que no sólo continúe la detención y deportación de inmigrantes indocumentados, con un programa de trabajadores permanentes o temporales, controlados por el Estado, Barack Obama manifiesta que es “imposible deportar a doce millones de latinoamericanos, que ya viven entre nosotros”, y se inclina por el camino de reclamarles una multa, después de la cual, dice, “pueden ponerse al final de la fila para alcanzar una ciudadanía”.

McCain ha querido distanciarse prudentemente de las políticas del actual presidente, pero esta tarea no ha sido fácil. Uno de los mayores atributos de la campaña de Obama estuvo centrado en insistir que él, McCain, continuará las mismas políticas de George W. Bush, lo cual le ha reportado no pocos votos y seguidores. Hasta el momento, las encuestas muestran un mano a mano entre los dos candidatos; en algunos estados, los más conservadores, John McCain aventaja por pocos puntos a Barack Obama, mientras, en comunidades más liberales, la ventaja de Obama es notoria aunque no sustancial. Los dos han llegado al punto de partida, empujados, desafortunadamente, por la crisis económica. Así y todo, Estados Unidos deberá elegir entre la promesa de cambio del joven Barack Obama, y las propuestas del veterano de guerra John McCain.

Los candidatos a la Presidencia de Estados Unidos han presentado propuestas en temas económicos, aunque dejando claras las profundas diferencias que los separan como la opción más viable para acabar con la crisis que sufre Estados Unidos. McCain, ha hecho hincapié en el actual colapso económico del país y propuso un plan en el que se beneficie a las pequeñas y medianas empresas a partir de la reducción fiscal. Ha manifestado que lo que hay que hacer es rebajar la carga fiscal y crear empleos. 

Por su parte, el candidato demócrata, que volvió a recordar que Estados Unidos se enfrenta a la peor crisis financiera desde la Gran Depresión, defendió un plan económico destinado a distribuir la riqueza, principalmente enfocado en la población de la clase media. Sostiene la necesidad centrarse en los aspectos claves, como son las ventajas fiscales para los más necesitados, y garantizar que el paquete financiero funcione de forma más rápida.

¿Un mejor programa?  Una buena parte de los analistas económicos considera que Mc Cain ostenta el mejor programa de gobierno para salvar la economía de los Estados Unidos. Justifican que él está muy vinculado con los expertos económicos del gobierno y conoce y pertenece a la clase de los ricos de este país. En cambio, otros consideran que el programa económico de Obama es el mejor puede resultar en la actual situación económica mundial, porque Mc Cain va a repetir el modelo económico de Bush.

Así, debido a que prometió terminar la guerra con Irak, los millones que se gastan en ella serán para mejorar la economía de los Estados Unidos. No obstante, también otra buena parte de analistas consideran que ninguno de los dos ofrecerá nada nuevo que pueda resolver la actual situación, porque la solución a la crisis económica no depende de un candidato o partido. Este país, ha gastado sus reservas y ha enviado billones de dólares para solventar una guerra sin sentido, haciendo que el futuro de su economía se torne incierto para las grandes compañías y las entidades financieras, las cuales de por sí, ya habían sido golpeadas por la crisis hipotecaria.

Lo que sí es cierto es que las subprimes hicieron su aparición en los diccionarios. El barril de petróleo se ha convertido en un producto de lujo y el alza de los precios es un tema de conversación frecuente. El resultado es que la economía mundial se tambalea. Ante ello, un nuevo concepto de seguridad emerge en Estados Unidos.

Hoy las políticas antiterroristas puntuales se combinan con programas sociales al Tercer Mundo, con la colaboración intercontinental en la investigación de redes bancarias y delitos de blanqueo, la difusión de los Derechos Humanos y la creación de foros internacionales de análisis y debates permanentes. De allí se desprende que, sin dudas, McCain representa una opción más constructiva y tangencialmente distinta a las políticas “neocon” de Bush. Por su parte, Obama representa un patriotismo firme y resolutivo, con un liderazgo dispuesto, pero también con visión un humanista volcada a favor de la persona.

Más que nada, los Estados Unidos necesitan hoy personas dispuestas (y entregadas) de darse a los demás. Como país, necesitan de soluciones efectivas e inmediatas; no promesas incumplidas ni sueños truncados. Tras ocho años de mandato consecutivo con la Presidencia más ideológica de los últimos treinta años, los ciudadanos norteamericanos desean un cambio hacia la operatividad y la tranquilidad. Con políticas más transparentes y sostenibles. Y una economía más sana, social y humana. Con transportes públicos limpios y puntales, supermercados bien surtidos y comodidad en el uso y disfrute de los amplios servicios.

La cifra

9.2% ha sido el crecimiento del índice de precios de producción en los últimos 12 meses en la economía de los Estados Unidos. Este crecimiento confirma que la economía estadounidense sufre al mismo tiempo una desaceleración y la inflación más grave desde hace 26 años.sa

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Las nuevas amenazas

Todo el sistema bancario estadounidense se encuentra hoy sumamente afectado por la crisis económica. Sus pérdidas ascienden a 3 billones de dólares desde la crisis de las subprimes. Y hoy, a pesar de la expansión de las medidas federales, no se ha recuperado la confianza en el sistema. En efecto, el hundimiento del mercado inmobiliario y del valor de las hipotecas basura encendieron la mecha y fueron los desencadenantes y los primeros signos evidentes de que algo no iba bien en la economía de EEUU. Por ello, la economía mundial deberá enfrentar diversas amenazas. Además del choque del petróleo y la crisis inmobiliaria, el mundo enfrentará los efectos de una crisis crediticia, la subida de los precios de los alimentos, una crisis financiera y monetaria, y la revalorización progresiva del Euro, en detrimento del dólar.

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