El presidente Leonel Fernández autorizó a la Superintendencia de Electricidad, un organismo parasitario y anómalo, sin razón de ser, aumentar en un 11%, empezando este mes, la factura eléctrica, prefiriendo un atajo oneroso al consumidor que paga por los que no pagan, y sobre todo, otro valladar a la industria, restándole evidente capacidad competitiva.

El presidente Leonel no ha tenido el valor de disponer revisar, no anular, los contratos de Madrid que él propició y el presidente Hipólito Mejía complicó, ni tampoco obtener una reducción del kilovatio de doce centavos de dólar a seis, como acontece en Estados Unidos, que importa el 35% de sus combustibles.

Ha preferido nuestro presidente, grave distorsión, endosar un subsidio que es similar a un suicidio, US$573.92 millones que traducidos al 37×1 son RD$2,300 millones, suficientes para construir una turbo-gas. En doce años que cumplirá el próximo 2012 el presidente Leonel en el poder, no ha desarrollado proyectos de energía alternativa, eólica como es el admirable de Tocco da Casauria, Italia, uno de los 800 poblados montañosos que produce más energía que la que consume, tampoco solar, cuando disponemos del Sur Profundo y la costa paralela a la Línea Noroeste, desde Punta Rucia hasta Manzanillo.

El presidente Leonel Fernández ha autorizado a la CDEEE contratar técnicos foráneos como asesores, cuando aquí disponemos de José Luis de Ramón, Leopoldo Espaillat Nanita, Ramón Flores, Antonio Almonte, Marcelo Jorge Pérez y Miguel Angel Hernández  Gobaira, más entendidos que cualquier extranjero, más económicos y, sobre todo, que les duele el país.

Ni hablar de un solo intento de una planta nuclear, cuando USA tiene 104, Francia 58, Japón 54, Taiwán 6, China 11, India 18 y Corea del Sur 20, y con esa pobre concepción en energía, idéntico a educación, salud, baja oferta de empleos, creciente o la delincuencia, déficit de RD$47 mil millones, se pretende una reelección.