Barbiemanía se extiende y pinta de rosa a América Latina

Barbiemanía se extiende y pinta de rosa a América Latina

CIUDAD DE MÉXICO— América Latina está llevando la Barbiemanía al extremo: tacos y pastelillos color rosa, aviones comerciales con el logo de Barbie, anuncios políticos e incluso protestas en su versión Barbie.

Pero no todo son tacones altos ni pompones: la Barbiemanía en la región ha adquirido su toque oscuro, macabro.

En Perú, unas manifestantes antigubernamentales se vistieron esta semana de rosa y se colocaron dentro de cajas gigantes de Barbie en la principal plaza de Lima, la capital, en protesta contra la presidenta Dina Boluarte, cuya policía ha escenificado a menudo enfrentamientos con los inconformes.

Le invitamos a leer: Barbie, la controvertida rubia de plástico que ha demostrado ser más que solo una muñeca

Una de ellas, cuya caja decía “Barbie Dictadora”, sostenía un fusil de asalto rosa de juguete. La muñeca, de acuerdo con el texto de la caja, incluye gas lacrimógeno y balas dum-dum. La caja de la otra manifestante decía “Barbie Genocida”.

Por su parte, tiendas, vendedores callejeros y restaurantes en diversas partes de América Latina ofrecen todo tipo de golosinas o alimentos versión Barbie.

La película se estrena este jueves en República Dominicana.
La película se estrena este jueves en República Dominicana.

En México, hay tortillas Barbie (la masa de maíz se colorea de rosa con sumo de remolacha y algunas tienen impresa con tintura comestible una silueta de Barbie con cola de caballo); pastelillos Barbie y Tacos Barbie (carne de cerdo en tortillas rosas) acompañados con una malteada de fresa.

Un restaurante donde todo tiene la temática de Barbie se inauguró esta semana en Guayaquil, Ecuador, y por supuesto fue construido en forma similar a la casa de la famosa muñequita.

Volaris, una aerolínea mexicana, pintó uno de sus jets con el logo de Barbie y, según un video promocional, el avión será piloteado por Barbie, no por Ken.

La moda rosada en la región es tal que la Barbiemanía se ha propagado a la política.